NO está sobrado de fortuna este Recre de culpas y pecados. Hay momentos de la temporada en la que un partido ante un rival concreto puede ser a priori favorable en un domingo concreto, y ser menos favorable -siempre a priori- en otro domingo. Y todo esto se le puede aplicar a los rivales directos del Recre en la cruenta batalla por no decender.

Viene a cuento esto con la movida que se está liando con el Getafe-Zaragoza. El calendario ha querido que en esta jornada de Liga el rival más directo del Decano en la actualidad se enfrente a un equipo que está a caballo de dos competiciones y que ese partido está justo en medio entre dos encuentros para la historia del Getafe. Ya saben ustedes que el presidente del cuadro getafense, en un arrebato de no sé qué, ha insinuado jugar con el máximo de los juveniles que la reglamentación le permita. Dicho de otra manera, el Zaragoza es a priori el beneficiado.

Por el contrario el Recre afronta su compromiso liguero ante un equipo que ya ha hecho los deberes esta semana y que, a la inversa que el rival de su rival directo, pueden dedicarse algo más a la Liga.

Lo malo es que esta situación se ha repetido ya. El Recreativo se enfrentó al Racing de Santander en El Sardinero, justo después de que hubiera acabado su periplo copero y no antes; en cambio el Osasuna jugó en Getafe cuatro días antes del partido en Múnich ante el Bayern.

Hasta en esos pequeños detalles el Recre no está teniendo demasiada suerte. Porque, curiosidades del destino, el mismo Barcelona que este sábado rinde visita al Nuevo Colombino, se enfrentará al Deportivo -de momento rival directo del Recre- en el fin de semana entre los dos partidos de semifinales de la Liga de Campeones.