Que un temporal azote las costas de Huelva entra dentro de la normalidad climática, especialmente cuando el otoño llega para quedarse entre nosotros. Que provoque destrozos, tampoco debe sorprender a nadie ya que la fuerza del viento y las olas, es complicada de prevenir. Lo que tampoco sorprende a nadie en esta provincia es la dilación para arreglar esos destrozos. En la costa onubense llueve sobre mojado. Comienza a correr el reloj y, como tampoco llama a la sorpresa, corremos el riesgo de llegar al verano con las playas en condiciones pésimas para recibir a quienes nos visitan.
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