La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

El Lehman chino

Evergrande, con 300.000 millones de deuda, supone el 2% del PIB del país: ¿temor al colapso o efecto dominó?

Este fin de semana vi en PlayaGranada a cuatro turistas asiáticos jugando al golf. Casi grito ¡paren máquinas! Nos faltan los japoneses y norteamericanos desembarcando en la Alhambra pero era una señal: la huella de la pandemia se esfuma de las aguas de nuestras ciudades, la crisis sanitaria vuelve a virar de los hospitales a la atención primaria (nunca ha dejado de ser la cenicienta del SAS) y, como ya vivimos con la gripe A, acabaremos tirando vacunas. Primero sobran y luego caducan.

La emoción me duró lo que tardé en darme cuenta de que eran chinos. No son prejuicios (o sí…) El imperio de Mao siempre es mucho; demasiado. Un país con 1.400 millones de habitantes no es digerible. Todavía recuerdo los memes y las tiras cómicas que se publicaron en prensa cuando descubrieron el aceite de oliva o el jamón. ¡Ya nos veíamos haciendo acopio de existencias! Una anécdota, casi divertida, al lado de la vida reinventada que llevamos año y medio ensayando por culpa del Covid y de la nueva amenaza que ahora se cierne en modo de terremoto financiero global.

Los economistas ya hablan del Lehman chino. En realidad se llama Evergrande y no deja de ser una promotora inmobiliaria; eso sí, de calibre king size. Está al borde del colapso, acumula una deuda de 300.000 millones de dólares y no puede afrontar sus obligaciones de pago. Hay un grave problema de liquidez con carácter inmediato y un miedo más que fundado a que desencadene una ola de turbulencias con alcance mundial. Las bolsas, de hecho, ya se han resentido con solo atisbarse la incertidumbre.

Ni sabía que existía Evergrande. En realidad tampoco conocía mucho del Lehman Brothers original cuando un 15 de septiembre de 2008 se declaró en quiebra y desató la crisis económica más dura y tangible de nuestra historia reciente. La de las subprime. Cuando cayó era el cuarto banco de inversión norteamericano y gestionaba 46.000 millones de dólares en hipotecas. El Lehman chino supone el 2% del PIB del país. Fundado en 1996 por Xu Jiayin, da trabajo a más de 200.000 personas, genera 3,8 millones de empleos indirectos y tiene 1.300 proyectos en 280 ciudades. El ladrillo es solo la actividad que le ha servido de palanca para dar el salto a la automoción, los seguros de vida, los parques temáticos, la tecnología o el audiovisual. ¡Y el fútbol, por supuesto! Qué sería de un conglomerado con ese nombre si no hubiera puesto en marcha ya la escuela y el estadio más grande del planeta. ¿Temor al colapso o efecto dominó?

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