LAS promesas electorales, en época de crisis, son más bien rumores que no tienen el vocerío de mejores tiempos. No hemos oído puentes, hospitales, carreteras, pantanos. Nada de eso está en boca de los que pretenden ser nuestros representantes en el Parlamento andaluz. Por decir algo, la carretera Huelva-Cádiz, pero siempre que aparezca capital privado que, como está la cosa, se quedará a buen recaudo o en espera de alguna que otra subvención para arriesgar la bolsa. Es decir, complicado cumplir salvo que le toque el Euromillón a la Junta. Con estos antecedentes, otros han preferido prometer, pero para 2017. La promesa de promover una Expo en la Rábida tiene trampa. Si gana el PSOE dirá que quedan cuatro años para organizarlo. De perder, presionarán al ganador cuatro años y denunciarán que no se quiere hacer. Lo bueno sería organizar la Expo onubense y que se inaugurase en el Guggenheim que Chaves nos prometió. Así nos va.