LA Junta de Andalucía, a través del consejero de Empleo, Antonio Fernández, se ha dado un perfecto lavado de manos a la hora de colgarle a Cáritas y Cruz Roja la responsabilidad de ocuparse de las personas que viven en los asentamientos de los sin papeles. El consejero dijo que la atención básica de personas sin documentación "se hace a través de la red de entidades sin ánimo de lucro" y se olvidó de que a estas ONG se les niega el pan y la sal a la hora de ayudarles económicamente. Es más, en ocasiones el lavado de manos a ido en dirección a los ayuntamientos, que suelen ser de pequeñas poblaciones que no tienen medios para sobrevivir y les endosan la responsabilidad de tener que ocuparse -lo hacen muy bien- de los sin papeles, detrayendo de las arcas municipales un dinero que no llega ni para pagar las nóminas de sus escasos trabajadores. Lavarse las manos es un buen consejo para la hora de comer, pero hay que dar el callo.