Losárboles con buenas raíces siempre dan buenos frutos. La comunidad Marista fue un árbol que dio la buena sombra de la educación, la formación y el más serio y seguro bagaje para fortalecer a muchas generaciones de cara a la lucha por la vida.

Los Maristas como comunidad religiosa de enseñanza se fueron de Huelva físicamente, pero su sello, la impronta que dejaron en miles de alumnos, sigue alumbrando como una llama viva con bello resplandor de nostalgia y realidad.

Siempre he creído que los lazos que nos unen a nuestros recuerdos de infancia y adolescencia son vínculos que nos hacen más fuertes frente a las nuevas circunstancias. Recordar hoy nuestro paso por el Colegio Colón es una alegría que nos da vida.

Cuando en 1932 llegaron los Hermanos Maristas a Huelva y fundaron un colegio, en la calle Palos, que iba a llevar el nombre de Nuestra Señora de la Cinta, se encontraron con algunas dificultades propias de aquellas difíciles fechas. La primera que la República les impedía poner ese nombre al colegio. Por eso se eligió el de Colón, que era histórico, muy ligado a Huelva y no tenía compromiso político.

De entonces acá, el paso de los Maristas fue una maravillosa página en la historia de la ciudad y de nosotros mismos, por eso hay que alabar el paso que un grupo de antiguos alumnos ha dado para reforzar y dar actividad a la asociación Ademar, ya en marcha.

Hace unos días nos reunimos en el colegio cientos de alumnos dispuestos a hacer reverdecer la asociación que nos une a los Maristas en nuestra formación.

Desde estas líneas invito a que los que fueron antiguos alumnos se pongan en contacto con la directiva presidida por José Antonio Márquez, acompañado de Fran Postigo, del hermano José Luis de Vicente, por mi hijo José María y quienes están laborando por el resurgir de la asociación para dotar a ésta de fuerza y ampliar su labor.

Hoy día con los medios de comunicación existentes es fácil hacer una cadena de mensajes para que todos nos unamos y en la próxima celebración de San Marcelino Champagnat (6 de junio), podamos volver a reunirnos para pasar unas horas llenas de recuerdos inolvidables y sobre todo de esa alegría que bajo la mirada de la buena Madre, todos tuvimos en aquellos años colegiales.

Ademar vuelve a resurgir. Apoyémosla todos como un bastión más de esa Huelva eterna en sus recuerdos.

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