Aunque sea una opinión personal, entre los canales de televisión que vemos habitualmente, la segunda cadena de TVE me parece de lo más digno que uno puede echarse a la cara aunque no es oro todo lo que reluce. Entre sus programas hay uno que aparte de resultar interesante para los cinéfilos o aficionados al cine, nos brinda la ocasión de ver o revisar ciertas películas que o uno ignora o no recuerda con exactitud. Me refiero a Historia de nuestro cine, que nos ofrece toda una completa antología de la cinematografía española de todos los tiempos. Aparte de la discutible calidad de algunos títulos, que eso es siempre opinable, la perspectiva de conocer nuestro cine, con sus luces y sus sombras, sus momentos estelares y otros perfectamente olvidables, es todo un regalo para cuantos amamos el cine y estamos dispuestos a valorar con absoluta objetividad sus virtudes y sus defectos.

Hace unos días se emitía una película que, aparte de ignorarla absolutamente, tenía para mí el interés de haberse rodado en Huelva, lo cual me presentaba un atractivo muy particular, de lo que tengo una muy amplia información que ya he hecho pública en crónicas y artículos a lo largo de mi dilatada dedicación a la crítica de cine durante más de treinta años en este periódico. Me refiero a Misterio en la marisma, producción española de 1943, cuyo guionista y director fue Claudio de la Torre. La mayor parte del film se desarrolla en el entonces denominado Coto de Doñana, antes de que la intensa y fructífera labor del profesor Valverde, además de lograr su protección y reserva, lo convirtiera en Parque Nacional de primer nivel. Las secuencias rodadas en parajes tan hermosos y privilegiados, lo mejor sin duda de la película, nos muestran en blanco y negro la belleza sublime del lugar, la sugestiva riqueza de su fauna y su flora y el encanto natural de un entorno único y mágico. Lástima que los artífices de la historia no acertaran ni hacer honor al escenario natural ni a sacar provecho del sugerente argumento.

Doñana sería después marco de rodaje de otras películas, algunas de producción internacional, tan importantes como la magnífica Lawrence de Arabia, filmada en 1962 por David Lean. Si Misterio en la marisma fue la primera película rodada en Doñana, la primera versión de Currito de la Cruz, basada en el drama taurino de Alejandro Pérez Lujín, que dirigió en 1925 Fernando Delgado de Lara, fue el primer film rodado en Aracena, escenario de muchas secuencias de la película La trinchera infinita, que recientemente han filmado en la bella ciudad serrana, Aitor Arregi, José Mari Goenaga y Jon Garaño. En Aracena como en el resto de la provincia se han rodado muchas películas (unos noventa largometrajes). Pero eso es una larga historia que seguiremos otro día.

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