Una provincia pequeña como Huelva debe hacerse valer en el conjunto autonómico y nacional reforzando sus aspectos más singulares que, en algunos casos, son auténticas señas de identidad: sus extensos espacios naturales -Doñana, Marismas del Odiel, Sierra de Aracena y Picos de Aroche-, su riqueza agraria y gastronómica -producción de pequeños frutos, jamón de Jabugo, vinos jóvenes y generosos-, su condición de pionera en deportes importados -fútbol, tenis-, etcétera.

La vocación americana de Huelva surge de una llama que prende en La Rábida y Palos, y desde esos lugares germinales se extiende a Andalucía, Extremadura y a toda España, a la que convierte en un imperio, cambiando el rumbo de la historia de la humanidad. En nuestros tiempos esta vocación se traduce más pacíficamente en el ámbito de la cultura, con celebraciones como la del 525 Aniversario del Encuentro entre Dos Mundos y convocatorias como el Festival de Cine Iberoamericano, de brillante ejecutoria y hoy con una gestión razonable que le revitaliza, o el Otoño Cultural Iberoamericano (OCIb), que cumple este año su décima edición. Estos días, en el Festival de Teatro y Danza de Niebla también podemos encontrar buenas muestras de la cultura iberoamericana.

Precisamente el Otoño Cultural Iberoamericano se conecta ahora con otro evento sumamente original, el Concierto Internacional de Directores de Orquesta que, sin perjuicio de su excepcional calidad, va a convertirse en el prólogo de la programación del OCIb 2017 que llenará el otoño de Huelva de arte y cultura. El concierto es a su vez el colofón del curso que cada año organiza el maestro Navarro Lara, que aprovecha al máximo el potencial de las nuevas tecnologías para aplicarlo a su innovador sistema de enseñanza emocional de la Dirección de Orquesta. Con motivo de su clausura confluyen en Huelva centenares de virtuosos, que finalizan su estancia regalando a la ciudad un espectáculo único que ya se ha convertido en el acontecimiento musical del corazón del verano onubense. Buen indicador de su acogida es el hecho de que dos semanas antes del 12 de agosto, apenas a los tres días de ofrecerse, las invitaciones para el Auditorio de la Casa Colón se hayan agotado. Noticias como esta refuerzan la convicción de que vale la pena esforzarse por un futuro mejor para la cultura de Huelva, en el que deben implicarse ciudadanos, entidades públicas y privadas.