C style="text-transform:uppercase">reo que todos estamos de acuerdo en que Doñana es un valor fundamental en Huelva que por sus singulares cualidades medioambientales, supremo referente andaluz de uno de los más preciados bienes comunes de nuestra geografía provincial, cuyo frágil sistema, sus peculiaridades geológicas, hidrológicas, su flora y su fauna, amenazada siempre por circunstancias de todos conocidas entre las que el agua es uno de sus más alarmantes riesgos, sin que falten otros igualmente inquietantes, requiere de las más urgentes y constantes medidas protectoras.

Cuando tanto se invocan proyectos, celebraciones, fastos, pompa y circunstancia para los posibles acontecimientos conmemorativos del 525 Aniversario del Descubrimiento del Nuevo Mundo y la Capitalidad Gastronómica de Huelva, lo que para muchos políticos y empresarios se anuncia como el bálsamo de Fierabrás de todas nuestras carencias, dolencias, olvidos y postergaciones, bien están tan comentados y prometidos objetivos, pero nada más efectivo y trascendental que la solución de tantas necesidades esenciales como son las comunicaciones, de singular valor estratégico y vital en el ámbito de las infraestructuras y el progreso turístico.

De ahí que me llame poderosamente la atención la vuelta a una reivindicación que ostenta el récord de las eternas ambiciones de Huelva que, como nuevo Guadiana, surge, se oculta y reaparece una y otra vez: la carretera Huelva-Cádiz. Tan antigua es la demanda que recordábamos aquí el 2-11-2006 que un gobernador civil de Huelva en la recién estrenada democracia, me decía que la carretera no se había hecho por falta de auténticas decisiones políticas y económicas. Efectivamente la sociedad civil onubense nunca ha tenido la suficiente influencia o el peso decisivo para disponer a su favor de la voluntad de los poderes públicos en este y otros temas enquistados en la realidad provincial desde hace largo tiempo.

En ese mismo Caleidoscopio recordábamos el acto voluntarista, reivindicativo y simbólico de la "primera piedra" colocada por los empresarios de Huelva, Cádiz y Sevilla, respaldado por más de 50 asociaciones empresariales que suscribieron el llamado "manifiesto de Isla Mayor" (17-10-2006). Condenando acciones agresivas contra tan privilegiado paraje, Doñana, cuya defensa es incuestionable, y connivencias políticas o partidistas en ciertas acciones urbanísticas en entredicho, enfrentadas al equilibrio medioambiental, la manifestación empresarial expresaba la fuerza moral de sus reivindicaciones hechas con la mejor intención.

Descartada la comunicación marítima por razones obvias, justo es que se reclame de nuevo la vía normal entre dos provincias, únicas en España sin comunicación directa. Se nos dice que está fundamentada por la Agrupación de Interés por las Infraestructuras de Huelva integrada por 140 asociaciones, entidades e instituciones de la sociedad onubense. Ellos tienen la palabra. Sólo 10 km. quedan para completar el trazado norte sin dañar Doñana.

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