Cada fecha que agrupa un numero de años importantes en la existencia, abarca un periodo de emociones, luchas, trabajos y sacrificios que la mayoría de las veces el pueblo llano sabe interpretar mejor que nadie.

Estamos viviendo un aniversario de lujo, de gala, de esos que hacen historia en el corazón de los auténticos españoles. Estamos celebrando en esta primavera que ya finaliza, dentro de pocos días, nada más y nada menos que el 175 aniversario de la creación del benemérito Instituto de la Guardia Civil. Nuestra Guardia Civil de siempre. La que en nombre de Dios y por España, sabe interpretar de forma ejemplar el "Todo por la Patria", como dice su honroso lema.

Una historia la de este Cuerpo llena de esfuerzos, de sinsabores, de entrega, de obediencia y de disciplina. Un conjunto de hombres abnegados a los que también ya, muy justamente, se abrió campo para que a la vez las mujeres pudieran ofrecer esos servicios que un día el Duque de Ahumada soñó para proteger a los ciudadanos españoles.

Desde niño recuerdo aquellos dos cuarteles, uno en la calle del Puerto, que era la Comandancia, aposentado en una casa llena de historia de Huelva, como la que estaba junto a ella, la Audiencia Provincial, ambas creo que del siglo XVIII y que ponían un punto de antigua belleza arquitectónica a una calle señera de nuestra ciudad.

Mi memoria, no puede olvidar nunca a esos tenientes coroneles que mandaron a nuestros guardias civiles y desde hace poco a los coroneles, que incluso aquí se ganaron el ascenso. Uno de ellos, gran amigo y magnífico militar, pidió al mando civil onubense que me eligiera para dar en el Gran Teatro la conferencia de exaltación a la Guardia Civil en la celebración del 150 aniversario de la creación de la misma. Ya han pasado 25 años y en mi memoria siguen vivas aquellas palabras que les dediqué ante un coliseo lleno de corazones agradecidos a tan benemérita institución. Me sentí orgulloso de hacerlo, como hoy de mantener los mejores lazos de amistad con este cuerpo único y ejemplar de España.

Cada año, cuando llegan el recuerdo a un aniversario más, Huelva sabe vibrar de cariño y entrega a quienes nos dan su ejemplo, su trabajo y muchas veces hasta sus vidas.

Desde estas líneas, llenas de afecto mi recuerdo más rendido al coronel Ezequiel Romero, con quien tantos años colaboramos, y hoy al teniente coronel Manuel Cayuso, al mando en estos momentos de la Comandancia. Ellos y todos los hombres a sus órdenes pertenecen a una raza especial que por encima de cualquier cosa defienden el espíritu de una España inalterable a su línea de valores y a su bandera rojigualda, corazón de nuestras vidas al servicio de ella.

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