En noviembre del pasado año se publicó Historia portátil de Doñana (Editorial Niebla). Un texto entre lo mitológico, lo narrativo, lo económico, lo político, lo histórico y lo social de todo aquello cuanto acaeció en ese espacio que se dio en denominar Doñana y que tantas fantasías suscita en el imaginario público, no solo en el entorno del mismo, sino en la sesera de todo amante de la naturaleza en su estado más primigenio, y que ha sido cuna a partes iguales de cambiantes maravillas producidas por la naturaleza por un lado y de leyendas de toda laya por otro, dada la hibridez del territorio -por utilizar la misma expresión esgrimida por los relatores de esta historia-.

El libro lo firman los profesores Juan Villa y Juan Francisco Ojeda y viene fajado por espléndidos dibujos del también profesor Daniel Bilbao Peña y un excelente introito aportado por Juan Manuel Suárez-Japón.

Para rizar el rizo, en algunas páginas, el lector puede consultar si así lo estima conveniente, mapas, documentos y datos de diverso jaez, que dan fe del rigor de lo que se cuenta, contenidos en códigos QR. El colmo del preciosismo en lo editorial, vamos.

Estamos pues, al humilde entender de este columnista, ante uno de los mejores textos de los publicados hasta hoy sobre la historia de Doñana, ese "universo en duelo", digno por tanto de su grandeza y de su realidad tan poco aprehensible y siempre cambiante, que intenta abarcar -con la aportación de las evidencias localizadas provenientes desde el tercer milenio anterior a nuestra era hasta llegar a nuestros días-, de una forma fehaciente, contrastada, y a la vez amena e incluso socarrona por instantes, los principales hitos que conformaron el lugar en su devenir de mar hasta laguna, para pasar a marisma y quedar en secarral o desierto en buena parte, y que, para el leyente, supone una visión holística necesaria en términos de entendimiento de lo que pudo acontecer en tan desolado territorio y con tan pocos moradores.

Con Doñana ocurre como con la vida, que cada cual tiene una visión y las más de las veces piensa que es la real sin más dimes ni diretes. Este libro aporta una más, no nos engañemos, pero, se asienta entre los límites disponibles de la evidencia científica, y, a su vez, en buena parte del cúmulo de leyendas que se han ido contando sobre dicho territorio, además de en los sueños de algún que otro loco de los que anduvieron por el lugar, que no han sido pocos.