Hermosa luz de pedernal para la Patrona en memoria de sus hijos

Ocurrió al lubricán de la tarde y se produjo uno de esos momentos que encogen el corazón y ponen un nudo en la garganta. La Virgen de la Cinta salió por fin al encuentro con sus hijos tras dos años de pandemia y estos la esperaban detrás de la reja de su santuario, agarrados a esa verja que es sostén de nuestras creencias. Y hubo oraciones cantadas, muchos rezos, jaculatorias y muchas lágrimas derramadas en recuerdo de quienes nos dejaron, nos enseñaron a quererla y vieron desde los celajes onubenses a Su Madre. La Cinta... nuestra devoción más íntima y sentida.

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