La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Groserías y mentiras

Educación es imposible exigirles, porque no la conocen. Pero sí respeto a la Constitución y la verdad

Estados Unidos tiene a Trump, Francia a Marine Le Pen y nosotros a Pablo Iglesias. Afortunadamente ni en Francia ni aquí los populistas han llegado al Gobierno. Y es de esperar que el electorado nunca lo permita, comportándose con más sentido común democrático que los británicos que sacaron al Reino Unido de la UE o los estadounidenses que han colocado a Trump en la Casa Blanca. El resultado de las elecciones es responsabilidad exclusiva de los votantes y, una vez producido, no cabe agravar las cosas, como está sucediendo en los Estados Unidos, poniéndolo en cuestión. Cada ciudadano dispone de la información suficiente para saber a quién y qué está votando. No cabe achacar el resultado al desconocimiento, buena fe o engaño. Quién vota a Trump, al Brexit, a Le Pen o a Podemos sabe muy bien lo que hace. Estoy harto de oír que muchos votantes de los antisistema estaban cegados por el engaño o el desengaño.

Que ayer Podemos, EH-Bildu, IU, ERC, Compromís o En Comú Podem se comportaran con grosería anticonstitucional es lo esperable en ellos: es su naturaleza (patético caso aparte es el casuístico PNV). Lo inadmisible es mentir sobre la legitimidad democrática de nuestro ordenamiento constitucional, como ha hecho Pablo Iglesias ayer: "No creo que (el Rey) se sienta ofendido y si se siente ofendido, pues bueno, nosotros no estamos aquí por ser hijos de nadie ni por tener sangre azul. Estamos en el Parlamento porque nos han votado los españoles; algunos son jefes de Estado porque son hijos, nietos o bisnietos de una dinastía. Con todo el respeto, nosotros tenemos mucha más legitimidad porque a nosotros nos vota la gente". Mentira. Gravísima mentira que ofende a la verdad, a la historia y a nuestro ordenamiento democrático. Los españoles votamos el 6 de diciembre de 1978 la Constitución que en el número tres del primer artículo del Título Preliminar afirma: "La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria". Esto fue votado por 15.706.078 de españoles, el 87,54 % de los votantes, frente a los 1.400.505 que votaron en contra. Así que nada de exhibir banderas republicanas mientras habla el Rey, como hizo un diputado de IU, camisetas que pongan "yo no voté a ningún Rey", como hizo el ínclito Cañamero, o negar la legitimidad democrática de la Monarquía parlamentaria. Educación no es posible exigirles, porque no la conocen. Pero sí respeto a la Constitución, a la democracia y a la verdad.

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