Ya ha llegado. Fiel a su cita, en el reloj de los tiempos, ha vuelto esa estación siempre tan esperada que es la del estío.

El verano sigue siendo la reina de las estaciones anuales. Tras la primavera, que por nuestras tierras nos trajo etapas de calor, nos llegan ahora tres meses en que las predicciones nos anuncian altas temperaturas. Son meses en que nuestros corazones se hacen más jóvenes con el aumento soleado de los dias, en los periodos vacaciones tan añorados durante el año, en el acercamiento al mar, a la montaña o al campo. Todo nos invita a a mirar a la naturaleza con brazos de amistad y ganas de un tiempo mas sosegado que el que durante los demás meses nos atan a la disciplina y al orden cotidiano.

Parece que la vida toma un rumbo nuevo, que las costumbres se alteran y las delicias de las noches en las tertulia al aire libre se nos hacen más reales y agradables.

Yo creo que es tiempo de variar nuestra acostumbrada rutina. Menos televisión, menos amarrarse a la pequeña pantalla y llevar con más calma los telediarios cargados de tristes noticias.

Estamos en unos meses donde la lectura es uno de los mejores consuelos para distraer esas horas de ocio. Un buen libro es el mejor compañero y esta estación del verano nos invita a leer, sobre todo quienes tenemos cerca el mas y bajo una sombrilla alimentamos con la lectura esas horas de sol y brisas en la orilla.

Elegir una buena lectura es imprescindible. El arte está en distraerse y si es aprendiendo, mejor.

Cada año, los que conocemos Punta Umbría, solemos visitar con frecuencia la Librería "La Parada", donde su propietario y gran amigo Juan, nos recibe con su cordialidad familiar y con su dilatada experiencia para aconsejarnos no solo las últimas novedades literarias sino también esos títulos de siempre, de ayer y de hoy, que nos traen el mejor entretenimiento veraniego.

Conozco a Juan desde hace muchos años y soy testigo de su extraordinaria capacidad empresarial en este negocio tan difícil y arriesgado, hoy día, de mantener una librería moderna pese a los cambios que los años nos obligan en esta materia.

Se dice que hoy se lee poco, que los procedimientos digitales nos alejan de ese placer de pasar las páginas de un libro, de una buena novela, ó de un estudio o investigación histórica. Sabemos que unos de los sentido humanos es el tacto, pues bien tocar con lentitud esas páginas que vamos pasando al leer un libro, es un placer para muchos que nunca podrán ofrecernos los libros electrónicos.

El verano ha llegado y esperemos que nos sea grato, que el sol nos acompañe, sin apretar mucho y que nuestras playas onubenses sea la mejor línea fronteriza entre el océano y la tierra, para el recreo y la diversión.

Os invito a leer. Por mi parte para buscar lo mejor tengo un punto definido en la calle Ancha puntaumbrieña: La Parada. Feliz verano.

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