Enrique Vargas, coordinador de Cultura de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), me envió la invitación para la presentación el miércoles pasado en la Casa de América, de Madrid, del Informe sobre el Estado de la Cultura 2018, de la Fundación Alternativas. No pude asistir al acto, pero afortunadamente ya está disponible en internet el documento de 160 páginas, de imprescindible lectura para quienes -deberíamos ser todos- estén interesados en el tema. El aspecto más llamativo del Informe es la baja calificación que nuestro país obtiene entre los agentes culturales, que deja patente que, si es cierto que en España se ha iniciado la recuperación económica, sólo de una forma muy leve esta ha tenido reflejo en el sector cultural. Efectivamente, desde el 5,1 que aparecía en el informe de 2011, se alcanzaba la cota más baja con 4,4 en el de 2017, ahora levemente mejorado con un 4,7.

El Informe se dedica en esta ocasión al Espacio Cultural Iberoamericano. Nicolás Sartorius e Inmaculada Ballesteros, de la Fundación Alternativas, detectan que la influencia de la cultura española en Iberoamérica se ha ido difuminando gradualmente en los últimos años, al tiempo que recuerdan declaraciones de la Conferencia de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Madrid en 1992: "La cultura que nos une es la esencia de la comunidad y alentamos su fomento en el ámbito de nuestra geografía iberoamericana". Consideran que el pilar cultural es el que fortalece el sentido de pertenencia, idea que sería muy de tener en cuenta también en el actual "caso catalán".

Nos preocupa observar la divergencia entre la estrategia de la Segib de "posicionar la cultura como eje transversal de desarrollo" o la de la Unión Europea, que coloca la cultura en el centro de sus relaciones exteriores, con los objetivos anunciados por Rajoy en la Cumbre de Cádiz de 2012: "fortalecer los lazos comerciales y de inversión". En cualquier caso, la próxima reforma de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (Aecid) y del Instituto Cervantes, junto con los presupuestos que se les asignen, van a revelar las prioridades del Gobierno español. Y si del Espacio Cultural Iberoamericano trasladamos la escala hasta la España de las autonomías y de las provincias, en el caso concreto de Huelva el suspenso alto del informe de Alternativas se convertiría lamentablemente en una reprobación sin paliativos.