Escasez democrática

Tengan sentido de pertenencia andaluza en este aniversario constitucional, déjense de 'fantasmas'

Ciertamente, debo reconocer que la semana pasada me equivoqué, pues el título de "no insultar a la inteligencia", tal vez correspondería mejor para la columna de hoy. No hay más que ver los comentarios y lecturas que han hecho nuestros políticos y determinados medios de los resultados electorales andaluces.

Muchas, demasiadas quizás, opiniones respecto al mismo suscitan una enorme duda respecto a la condición democrática real de sus protagonistas. Ese mantra supuestamente aceptado por ellos mismos, tal cual es la condición de superioridad moral de determinados sectores ideológicos, queda en entredicho y puesto en evidencia ante la actitud, escasamente democrática, de que la legitimidad sólo es auténtica cuando son ellos los vencedores electorales, por muy libres y limpias que hayan sido las mismas. No es de recibo que se cuestione la presencia institucional de partidos legalmente constituidos y tacharlos de anticonstitucionalistas porque en su ideario figuren preceptos no compartidos o expresamente recogidos en el texto constitucional. No soy votante de ese partido "etiquetado" de extrema derecha, pero, aun así, sus votos y escaños son tan legítimos y democráticos como los de los demás. Sin embargo, se falta a nuestra inteligencia cuando una ministra sostenida, como todo el Gobierno, por partidos legales, pero certeramente negadores de los principios básicos que sustentan el sistema en función de preceptos definidores del mismo en el texto constitucional y democráticamente aceptados por el pueblo. Sí, ese pueblo al que, desde la noche electoral, se esta pretendiendo movilizar desde instancias políticas plenas de insensatez e irresponsabilidad. ¿Es que han florecido por generación espontánea decenas de miles de extremistas de derechas en nuestra tierra? No. Arrogarse una legitimidad propia y única produce sonrojo cuando se pretende convertirse en "digno" de contención en lugar de hacer autocrítica y análisis objetivo de los porqués de su fracaso, propugnar lo conocido como "cordón sanitario" - eso de sanitario por aquí y ahora, resulta todo un sarcasmo-, sin valorar que ese crecimiento de cierta derecha es sobre la base del descontento, el hartazgo, el oscurantismo… Y es un voto transversal, que se dice ahora, no hay más que ver la distribución y localización de los mismos.

Así, pues, acepten el cambio propugnado por los que nos gobernarán, tengan sentido de pertenencia andaluza en este aniversario constitucional, déjense de fantasmas y crispaciones para colaborar en hacer más grande a Andalucía.

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