La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

¡Energy positive, Canijo!

No conozco a esta Susana que usa un lema en inglés porque entre sus vocablos preferidos está una reconocida hortaliza

No me repongo todavía, lo admito. Después de conocer desde hace la tira de años a Susana Díaz, que en principio forma parte de esa promoción de la Facultad de Derecho (1992-1997) de la que salieron notarios, magistrados, reconocidos abogados y otros juristas, aunque ella no aparece en la orla porque acabó la carrera diez años después de su inicio, me sorprende enormemente que haya optado por un lema de campaña que dice muy poco de ella, cuando los eslóganes tratan de acentuar los aspectos más favorables de un candidato. Uno esperaba que los secuaces de Susana, que nunca le han dicho la verdad, ni los de antes ni los de ahora, le propusieran a la princesa roja, rojísima, que usara el lema que mejor la identifica: "¡Vota Susana, canijo!". Porque uno recuerda, entre otras muchas cosas que no vienen al caso, cuando llamaba directamente a este periódico para quejarse de haber salido en la sección Pitos por cualquiera de sus ocurrencias siendo concejal de Juventud, ¿verdad, Juan Carlos Blanco? Cuando, por ejemplo, defendía la construcción de un botellódromo en la Cartuja: "¡Canijo! ¿Otra vez me ponéis en pitos?". Y era Susana, la trianera, la orgullosa catequista que todavía no refería la tiesura de su marido, la que todavía sonreía en tiempo ordinario, y no sólo en la liturgia de campaña. Era la compañera de clase que promovía las huelgas. "¿Los que habemos aquí no vendremos a clase en el puente, verdad?". Y condicionaba a los compañeros como hacía en Filología otro que pasó por prestigioso portavoz de IU para noveles y noveleros cronistas parlamentarios. Ay, Susana, la misma con la que celebrábamos cumpleaños los viernes por la noche junto al Monumento a la Tolerancia, con tantos amigos trianeros. Ella nos repartía formularios para que nos alistáramos al PSOE. Esa misma nos habla ahora de Energy Positive en su campaña de las primarias para seguir aspirando a la Presidencia de la Junta de Andalucía, que a ella le importa un pimiento, háganme caso, porque lo que le gusta de verdad es ser secretaria general del PSOE andaluz. Estoy que no levanto el ánimo, me arrastro desconsolado desde que supe lo del Energy Positive. Estoy deseando que Susana pronuncie su propio lema de campaña, como cuando Zoido proclamaba su programa de Open Government. Si Juan Ignacio se atrevía a pronunciar el Open Government, Susana debe decir eso de Energy Positive. ¿O no? Estoy seguro de que ni la veterana Lady Arroba, que pasa más tiempo en el stand de Loewe de El Corte Inglés (mis saludos al gran Fernando Murube) que en la sede del PSOE, se lo reprochará en un tuit de sobremesa, aunque ahora (y siempre) practique eso tan envidioso y tan casposo como lancear al moro muerto. O mora. O témpora. Yo hoy me quejo a mi querida Susana porque no ha empleado el vocablo "¡Canijo!" en su lema. Ni tampoco esa hortaliza que nombra tanto. ¿Energy Positive? ¡Por Dios, canija! ¡Y un nabo!, hortaliza de la que tanto provecho sacaron los clásicos.

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