Me pregunto qué pensarán los cinco hombres de la Manada, condenados a nueve años de cárcel por abusar de una joven de 18 años en los Sanfermines de hace dos años. Si se arrepienten de algo, si le pedirían perdón a la víctima. La penetraron nueve veces en 15 minutos, por la boca, la vagina y el ano. La sentencia ha tenido eco, indignación, repulsa. También preguntas. Esta semana ha salido en una cadena de televisión un miembro de este colectivo de sevillanos, que no fue a Pamplona. Explicaba con desenvoltura que habían tenido sexo en grupo muchas veces, con una o dos mujeres, y que ésta "era la única que se había quejado". No es cierto, porque están pendientes de juicio por otra acusación de violación en Pozoblanco.

Pero el entrevistado se justificaba: "esto es lo que se lleva". Una moda. Lo que suscita otra pregunta: qué influencia han tenido sobre este grupo las fantasías de la pornografía por internet. ¿Seguirán a día de hoy los condenados pensando que esto es lo que se lleva? Sorprende que uno de los jueces del caso vea con tanta precisión un ambiente de jolgorio sin el más mínimo pudor en todos, incluida la mujer, en el minuto y medio de imágenes que se examinaron en el juicio. Los vídeos sugieren a este juez que los gemidos de la mujer con la boca llena hasta cinco veces eran de carácter sexual y no de sufrimiento. Hay que ser experto... Y además osado: su voto particular ocupa casi el doble de espacio que la sentencia mayoritaria. En él descalifica por completo a la denunciante y a sus colegas de tribunal. Y acepta la versión de los acusados de sexo consentido.

Hay más dudas. Cómo es posible que donde este magistrado ve regocijo de la denunciante, los sanitarios y agentes de policía en los momentos posteriores vieran desesperación, angustia o ansiedad… Cómo es posible que el guardia civil y el militar no hayan tenido penas más duras. La jura de bandera no es un acto folklórico: ambos tenían una obligación de socorro a una ciudadana que estaba sufriendo un abuso. Encima, el guardia fue el que le robó el móvil, impidiéndole pedir socorro. Cómo es posible que ambos conserven el 75% de su sueldo.

Después de criticar tanto a la Real Academia con el argumento de que su Diccionario estaba arcaico en materia de género, descubrimos que es mucho más moderno y atinado que el Código Penal. Violación para la RAE es "tener acceso carnal con alguien en contra de su voluntad o cuando se halla privado de sentido o discernimiento". De libro, con el Diccionario en la mano los magistrados debieron condenar por violación. Tal parece que con el Código no está tan claro. Quedan muchos más interrogantes sobre la sentencia de la Manada y afortunadamente dos instancias judiciales para enmendar errores.

Pero me sigo preguntando si ellos lamentan al menos el daño que se han hecho a sí mismos y a sus propias familias.

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