Visiones desde el Sur

ETA

Los asesinos en la cárcel, si quieren cerquita pues cerquita, como todo el mundo que se salta la ley

Uno se pregunta a veces si hay personas, bandas, políticos, locutores, periodistas… que entienden, que realmente piensan, que a la ciudadanía se la puede engañar como si ésta hubiese nacido con un ataque de idiocia irreversible… el rincón de la memoria se le hubiera extraviado, la máquina de pensar estropeado y se pasara la vida, toda la vida, subida en lo alto de un guindo viendo como las mariposas vuelan dejando rastros de arcoíris con sus alas en los algodones de las nubes. ¡Vamos, que al nacer nos han colocado una señal, una pinza o algo en la oreja que certifica nuestra candidez con denominación de origen!

Estas personas de ETA que hace unos días emitieron un comunicado de prensa y ayer nos regalaron un vídeo y hoy, que usted lee esta columna, no sé qué van a decir en otro lugar de Francia, y mañana ya veremos, porque parece que le han cogido gusto a este asunto de darle a la lengua, ahora, con lo calladitos que han estado, con sus caritas tapadas y sus voces distorsionadas cuando tuvieron a bien, de higo a breva, decirnos alguna cosilla sobre la opresión del Estado al pueblo vasco (¿y quién cojones son ellos para erigirse en portavoces del pueblo vasco, como si los vascos no hubieran tenido un gobierno legítimo, emanado de los votos emitidos por la ciudadanía en elecciones libres y democráticas, desde que arrugó la oreja el dictador?), sobre la lucha armada contra el pueblo opresor (¡pero qué pueblo opresor ni qué hostias, cuando la Constitución fue aprobada con los votos necesarios de todos los españoles, vascos incluidos!), que, bueno, que sí, dicen ahora, que piden perdón, que han decidido dejar la lucha en manos de sus compañeros para que consigan la independencia de Euskal Herria por vías políticas.

Y me pregunto yo, pobre articulista ¿qué hacemos con las más de 800 personas fallecidas a manos de esta banda criminal? ¿Qué? ¿Qué les decimos a los miles de niños que se quedaron sin padre o sin abuelos? ¿O a los que perdieron a sus hijos o nietos? ¿Nos olvidamos de las bombas, de los disparos en la nuca, de las casas reventadas, de las extorsiones a los empresarios, de los chantajes, del código de silencio impuesto?

Pues miren, va a ser que no. Quedan no sé cuántos crímenes por esclarecer cuyos asesinos andan sueltos y tendrán que pagar por ello.

Luego, ya hablaremos de Euskal Herria y eso. Los asesinos en la cárcel, si quieren cerquita pues cerquita, pero en el trullo, como todo el mundo que se salta la ley.

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