érase una vez una pareja (ambas del género femenino) que, aunque por separado disfrutaban de valores y servicios variados, eran conscientes cada una de ellas que juntas, y ordenadamente, podrían conseguir metas largo tiempo anheladas. Sin embargo, ya sea por una desmesurada ambición, por celos o por egoísmo, suele ir cada una por su lado despreciando así la oportunidad de unirse para ser mejores con ellas mismas y con la sociedad. Son mujeres formadas, aunque no amigas. Son conocidas como Doña Experiencia y Doña Formación y ambas son muy valiosas cuando de educación se trata.

Doña Experiencia dispone de una mochila cargada de conocimientos, intuiciones y experiencia personal. Conoce bien la escuela, sus reglas y sus hábitos, por lo que podría mejorar el aprendizaje de su alumnado si pudiese disfrutar de tiempo y no se quedase estancada.

Doña Formación, que tiene como meta el superarse y el innovar en la escuela, con menos experiencia profesional en educación, ha optado por aprovechar todo el tiempo que pueda para formarse lo mejor posible.

¡Lástima de esa rivalidad entre ellas! ¡Qué coraje que compitan entre sí! ¿No sería lo ideal conseguir las metas educativas a base de aprendizaje y de experiencia? La exigencia de Bruselas de disminuir el número de interinos hasta llegar a un 8% del total (en España se calcula que hay unos 130.000) ha forzado a que gane la experiencia por goleada.

En la actualidad, y desde el 2007, se vienen convocando oposiciones a docentes con la intención de valorar tanto la experiencia como la formación y, desde entonces, se valoran ambas facetas para acceder a la profesión. La parte negativa estriba en que una vez familiarizado con este sistema, y a instancias de la Unión Europea, se cambia el modelo de acceso y parece ser que en los dos próximos años, se prescinde de valorar la formación y se diseña una modalidad que "obligue" a aprobar a los interinos. Temiendo que Doña Experiencia gane la partida, ya hay Comunidades que están convocando el concurso-oposición para este 2022 y así evitar que se consiga una plaza por el mero hecho de ser interino.

A ver si nos enteramos: Se trata de regular las plazas vacantes, pero no de regalarlas.

Dedicarse a la docencia no es fácil y ser un buen docente es altamente complejo, de ahí que resulte una tarea espinosa seleccionar a los mejores. Doña Experiencia está obligada a formarse y Doña Formación precisa que le brinden la oportunidad de enseñar.

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