Qué es eso de que Dios tiene vagina? Pues una obra de teatro; ¿y es buena? Ni idea, no la he visto; ¿y es provocadora? Al menos el título tiene gancho, no lo sé, igual sí, qué más da, ¿y Dios tendrá vagina? Pues no lo sé, pero por cómo se ofenden algunos es seguro que tiene pene, o igual ambas cosas, es Dios, él sabrá.

Desde luego era inevitable que uniendo en una misma frase a Dios y a vagina el lío no se armara rápidamente, y como siempre con una deformación de la realidad que recuerda al más puro género esperpéntico. Ante un cebo tan apetitoso el grupúsculo de turno que se arroga la defensa de los valores católicos ha entrado al trapo de cabeza, intentando parar judicialmente una obra de teatro casi desconocida y nada menos que rezando el rosario en la puerta del teatro, sonrojante, y con ese panorama se ha desatado de inmediato el pin pan pun digital que ha inundado la red de mensajes encontrados como pornografía o arte, anticatólico y ultra católico, ortodoxia y vergüenza, provocación y libertad de expresión, facha o Carmena, etc...

El habitual juego de los contrarios, tan español y tan pueril, que se esfuma al poco tiempo pero que deja damnificados e ira en el camino ¡basta ya por favor!

Tenemos un enorme problema en esta época de hipercomunicación y poca ética informativa, se posicionan debates morales simples en el centro del tablero, lo que por ende impulsa posiciones también simples, pero extremas y peligrosas.

Algo parecido ha ocurrido con ese partido político hasta hace poco intrascendente, impulsándolo mediáticamente de la indiferencia (donde estaba atrapado) a la relevancia. ¿Y cómo se frena esto?

¿Cómo conseguimos que tras juntar las palabras Dios y vagina en la misma frase no engendremos supremacistas asesinos?

Creo que los medios de comunicación tienen un papel fundamental en este sentido, diferenciando claramente noticia de diversión. Deben inundar de periodismo sus espacios, siendo cautos y no voceros de posiciones completamente circunstanciales, que en muchos casos no representan a nadie. En el caso que me ocupa, me pregunto quiénes son esos abogados que se erigen como adalides del catolicismo, hay muchos católicos que no se verán reflejados en ese pensamiento tan mediocre. Y quién es ese grupo de teatro que tanto ruido merece, ¿tienen talla como para juzgarlos por algo más que por su nivel escénico?

Dios tiene pene, o vagina, qué más da, ¿a usted le importa realmente?

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