Houston, tenemos un problema". Aunque no fue así exactamente la frase, todo el mundo sabe identificarla. Pues bien, aquí y a día de hoy, con un ministro astronauta, también tenemos problemas. Me cuesta creer que alguien que da el nivel público y diciendo las cosas que ha dicho en relación a la pandemia, pueda habernos contemplado desde el espacio, pero bueno, si él lo dice habrá que creerlo a pesar de su demostrada desmemoria científica. Mire, señor astroministro, quítese la escafandra para respiración asistida e imbúyase de la atmósfera científica y humanista de nuestra historia. Desde el rigor, no desde el sectarismo y la ignorancia, incluso la superstición -que no es precisamente, una virtud intelectual- por aquello de Malaspina e imagínese el juego que ello le daría a la ironía quevedista -el literato- no a Torres Quevedo, el ingeniero, de su lista de proscritos. Como no estaría de más una interconsulta entre Ramón y Cajal junto a Marañón, para determinar si la experiencia espacial -me cuesta creerlo, aunque sea verdad- le pudo producir algún problema leve, por supuesto, de conexiones interneuronales o algún trastorno hormonal que le inducen a tomar decisiones como la de borrar los logros científicos de nuestra historia quitando el nombre de los protagonistas de esos logros como titulares de los Premios Nacionales de Investigación. Todo bajo la excusa de una reestructuración de los mismos e incluidas las becas nominadas como Juan de la Cierva, al que incluso se le ha negado poner su nombre al Aeropuerto de Murcia, en baso a la Ley de Memoria Histórica, sesgada en este caso, y que da argumentos a otro ministro culto que compara a O. Junqueras con Mandela y se queda tan ancho.

En fin, no son solo los nombres, sino los programas vinculados a los mismos, becas… Quizás, nuestro astronauta, descubrió desde allí arriba, errores de bulto en el Diccionario geográfico Estadístico, de Madoz, detectó erratas ortográficas en la obra de Menéndez Pidal -¡Ay! Si el Cid levantara la cabeza, el ministro se iba a vivir en la estratosfera -y podríamos seguir con Rey Pastor, Cabrera o Enrique Moles, "maestros" de las Matemáticas, Física y Química, respectivamente. El realizar una nueva norma, estructura, organización, incluidos presupuestos y condiciones laborales, supongo… no es condición sine qua non para borrar la historia. Al contrario, enriquezca el futuro con lo actual y las generaciones venideras que no tengan necesidad de emigrar y así, nos haremos más grandes y fuertes. Seguro que habrá muchas mujeres porque día a día lo demuestran y tienen más posibilidades de accesibilidad a la investigación. Déjese de vender humo con esa especie de NASA, a la española, que quiere inventar cuando ya hay una Agencia Europea, salvo que la quiera por aquello de que pueda "despertarse el Cid" y compruebe el petardo sectario que va a cometer y más por meterse con su padre adoptivo, Menéndez Pidal.

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