La vida está hecha de fechas que deben recordarse para el saber y la historia de nuestra provincia. Era marzo del año 1880, en Huelva dos periódicos discutían sobre la importancia del Descubrimiento de América por parte de los marineros de nuestra provincia y el olvido en que el pueblo tenía de estos aconteceres, solo para estudiosos y alguna vez para las lecciones escolares.

De esta pugna y al calor de unos profesores del Instituto de Enseñanza Media de nuestra capital se decide crear una comisión para hacer nacer una Sociedad con carácter histórico marinero de homenaje a ese protagonismo onubense que se tiene en la oscuridad. Y un día 21 de marzo de 1880, en el salón de plenos de la Diputación Provincial, nace la Sociedad Colombina Onubense que pronto alcanzaría el título de real.

Con esta meta de salida Huelva se prepara para la celebración del IV Centenario del Descubrimiento de América, que años después, en 1892, tendría por centro para toda la nación nuestra ciudad con lugar de honor para las celebraciones el Hotel Colón, hoy nuestra querida Casa Colón construida para tal fin.

De entonces acá una larga, bella y honrosa historia para Huelva y toda su provincia que tiene a esta Real Sociedad avalando su título cinco monarcas y dos jefes de Estado y siendo durante más de un siglo anfitriona de todo lo relacionado con el Descubrimiento. Y fue la Colombina la que para inculcar al pueblo este sentido de historia que había que alegrarla con fiestas, se reúne con el Ayuntamiento de Huelva en aquel año 1880 y determinan crear las hasta hoy entrañables Fiestas Colombinas, que cada agosto despiertan sentimientos hispano americanistas con todas aquellas naciones del otro lado de mar que tuvieron su cuna a la orilla del Monasterio de la Rábida.

Hace unos días la Colombina ha cumplido ciento treinta y siete años trabajando para Huelva y defendiendo su honor, su gloria y su protagonismo histórico, a través de muchas dificultades.

Creo que vale la pena que muchos onubenses conozcan el nacimiento de esta Real Sociedad que tengo el honor de presidir y si tuviéramos suerte que hasta algún profesor en la escuela se la contara a los niños como una sencilla clase de historia onubenses y que los ecos de las notas características del "cumpleaños feliz", sigan expresando la felicidad y el amor de unos hombres integrados en esta Sociedad, que como las Tres Carabelas colombinas y pinzonistas, sigan navegando a impulsos de los buenos vientos de la paz y del bien onubense.

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