¿Cuerpos gloriosos?

Esa misma factura la pagarán ustedes el día que el escenario cambie y pasen a ser actores secundarios

M style="text-transform:uppercase">e van a permitir que utilice la terminología del título de manera eufemística, si quieren metafórica e incluso, simplemente, retórica para referirme a los componentes del grupo parlamentario andaluz de Ciudadanos. Sí, por lo que podemos deducir de su actitud parlamentaria deben estar convencidos de que ellos no han de enfermar, envejecer, accidentarse -en ningún caso deseo mal alguno a nadie- porque su nivel de inmunocompetencia los convierte en impensables aspirantes a la atención sanitaria.

Ello es así porque para este grupo el descontento sanitario no tiene nada de extraordinario y, en consecuencia, no procede pedir un pleno monográfico para "problemas rutinarios".

Antológica forma de esconder la cabeza debajo del ala puesto que son cuestiones rutinarias un derecho constitucional, tal cual es la salud y una manera demasiado burda de blindar los errores, la tibieza en la respuesta y el ganar tiempo que es la táctica de los responsables de la política sanitaria. Claro, que estamos hablando del partido descubridor de la democracia española que especula con la edad límite para la participación activa en política y que habla continuamente de negociación, diálogo, consenso… al tiempo que lanza mensajes a sus posibles socios que están al límite del chantaje político y que lo mismo escenifica la firma de un acuerdo con el del "no es no" que con la minoría gobernante -gracias a ellos- porque los ciento cincuenta puntos del acuerdo firmado son de ellos, los demás no aportaron nada… para culminar hurtándole a los andaluces un debate institucional extraordinario que permita conocer mejor la realidad sanitaria andaluza y, lo más productivo, la presentación de propuestas de resolución que, votadas, obliguen a su ejecución por el Gobierno.

Y un aviso a navegantes parlamentarios de Ciudadanos. El sistema tiene perversiones que recuerdan a lo de "Roma, no paga a traidores", pues el SAS lo que ha hecho es destituir a sus propios cargos de confianza en las primeras provincias díscolas, precisamente por cumplir y mantener las instrucciones que recibían de los superiores jerárquicos. Esa misma factura la pagarán ustedes el día que el escenario cambie y pasen a ser actores muy secundarios, entonces no les permitirán más que algún cameo y los andaluces sabremos que nuestra salud es para su grupo algo rutinario.

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