En el ámbito de los gobiernos del mundo se anuncia la Conferencia de Donantes para luchar contra el Covid-19. España va a aportar 150 millones de dólares. No tengo idea de si, dada la dimensión de los estragos que el virus está causando en casi todos los países del planeta, entre ellos algunos paupérrimos, esa contribución será suficiente o insignificante. Al menos es un principio y puede, con todas las reservas, ser alentador que los responsables políticos de los países, entre tantas reuniones de alto nivel y baja utilidad, se pongan de acuerdo para aportar soluciones conjuntamente.

Mientras tanto, aquí y ahora, decenas de miles de ciudadanos responsables aportan las armas que pueden para un combate que nos es común a todos: la profesionalidad de los sanitarios, fuerzas de orden y servicios esenciales; la disciplina de los que obedecemos las consignas del estado de alarma, algunos con los graves trastornos de todo tipo que se les derivan de ello; las canciones, el humor y otras formas de evasión que en medios informativos y redes nos regalan continuamente los que tienen dotes para ello; el sacrificio de los que han sucumbido a la lucha, entre ellos muchos mayores…

En la línea de aportar la ayuda necesaria y urgente que requiere la situación, además de las grandes actuaciones políticas a escala global, es indispensable actuar a nivel micro para llevar consuelo y remedio a los que más sufren en nuestras comunidades, a las personas marginadas, a los rechazados y desfavorecidos que ven cómo se han agudizado sus problemas de siempre… Para ser parte de la solución, han pasado a la acción un grupo de artistas de la plástica y de la fotografía que no solo se caracterizan por la reconocida calidad de su producción sino que se entregan sin reservas a una causa que lo merece. El resultado de la venta en subasta de sus obras en el proyecto Otoño Cultural Solidario se pondrá en manos de quienes mejor sabrán utilizarlo: Anumayores, Anusci, Asociación contra el Cáncer, Banco de Alimentos, Cáritas, Cruz Roja, Fundación Valdocco, Ibermed, Madre Coraje…

Estamos en la cuenta atrás. Llega la hora de las gentes solidarias, las que van a acudir cada día, desde el 10 al 31 de mayo, a la subasta telemática, a pujar por las obras que les gusten, con el premio de una excelente obra de arte y, sobre todo, el de la conciencia de haber hecho una buena obra. Solo faltan cinco días.