Ansia viva

Óscar Lezameta

olezameta@huelvainformacion.es

Crea estúpidos y votarán a uno

La campaña de desprestigio a la información y la cultura sirve sólo a aquellos que quieren que no pensemos

La frase no es mía. Se me adelantó Michael Moore, ese gordo que sí, de acuerdo, es pelín exagerado, pero si se tiene en cuenta que hace dos veranos publicó un artículo titulado Cinco razones por las que Trump será presidente de los Estados Unidos, yo no me lo tomaría tan a broma. Su teoría, que comparto hasta la última coma, es que entre quienes ostentan el poder, hay una estrategia nada disimulada por embrutecer a la peña, por contarles cuantas más bolas mejor, para así tenerles en la palma de su mano. Pasa en Estados Unidos, aunque dado que cuando ellos estornudan nosotros nos resfriamos, todo hace sospechar que nos acabará llegando el virus.

Dicen los cubanos que "un hombre rico tiene una gran biblioteca y uno pobre una televisión grande". Continuando con la guasa caribeña, me atrevería a decir que, al menos en este país, esa tele está sintonizada con Telecinco. Los recortes en educación que la han convertido en una penosa imagen de lo que debe ser, una formación en herramientas que ayuden a los escolares a pensar por sí mismos, la enorme importancia que se le da a las redes sociales que, lo diga quien lo diga no son medios de comunicación, sino métodos para comunicar y el desprestigio que se pretende extender sobre la prensa y que ya he empezado a escuchar por estos lares (¿verdad Juanma?) contribuyen a ese panorama que no es tan solo desolador, sino que dan ganas de salir corriendo.

No importa lo que votes, a quién apoyes, al partido que respaldes, siempre que lo hagas porque crees que debes hacerlo, porque lo has pensado antes y has decidido que esa es tu mejor opción. Un servidor se ha decantado hace tiempo por la abstención pasiva; ninguno entre quienes forman nuestro panorama político, merece que me levante del sofá. Es mi decisión y la suya puede ser otra, pero piense por sí mismo, infórmese cuanto pueda y, especialmente, no se crea absolutamente a nadie. Además, usted no les interesa lo más mínimo; acuden a usted cuando quieren su voto, nada más. Mire, piense y decida, después de ver y escuchar a todos y confíe en los medios de comunicación. Estoy seguro que no dejaría los frenos de su coche a su panadero, salvo que quiera estamparse contra un muro; somos nosotros, a pesar de los ataques, quienes le daremos los datos de todo lo que pasa; después tome la decisión. Y como en Cuba, apague la tele y lea más.

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