Visiones desde el Sur

Cosas que pasan

El coronavirus sigue avanzando, dejando una cadena de muertos a su paso

Ayer ocurrieron una serie de cuestiones sobre la que sería bueno que nos pronunciáramos. Veamos: Donald Trump no sólo salió impoluto del impeachment, sino que lo hizo reforzado de cara a las próximas elecciones presidenciales en USA.

La Fiscalía de nuestro país sigue sosteniendo que el BBVA pagó al pájaro de Villarejo la friolera de 10,28 millones de euros estando en activo, esto es, siendo funcionario; para más señas comisario del Cuerpo Nacional de la Policía española, con su sueldo, sus dietas, sus horas extras y todos sus perejiles.

Angela Merkel ha tenido que pegar un grito y ponerse firme, porque sus acólitos del parlamento regional del estado de Turingia, eligieron presidente a un individuo con los apoyos de la ultraderecha y, a pesar de estar en Sudáfrica en visita oficial, tuvo que coger el teléfono, dejar el protocolo y en veinticuatro horas ha conseguido que el presidente elegido dimita, después de manifestar que tal asunto "es imperdonable y el resultado debe ser revertido". Que cada cual saque sus conclusiones, porque, el asunto, no sería otro estado más que se acerca a la ultraderecha en un gobierno europeo, sino que sería ni más ni menos que Alemania, con lo que eso supone si lo pensamos un poco, por aquello de la levedad de la memoria, o del ser, que diría Milan Kundera.

El intachable Trump recibe al presidente -sin pasar por las urnas- Juan Guaidó, quien le muestra la más profunda pleitesía al primero, porque, claro está, no deja de ser un guiñol movido desde El Pentágono.

El coronavirus sigue avanzando, dejando una cadena de muertos a su paso, y, a su vez, un rastro de xenofobia contra todo lo asiático que es aprovechado por los de siempre, como si ser chino fuera un pecado y no un accidente.

ERC prepara el desembarco en el Gobierno de Cataluña, pero no como ahora, no, sino adelantando a Junts per Catalunya en los votos; o sea, ostentando la Presidencia de dicha comunidad. Al menos eso desean la propia ERC, el PSOE y algún que otro partido.

Los presidentes de España y Cataluña se reúnen con la parafernalia de rigor y que les es consustancial a sus cargos -y no es coña-, pero, no porque así lo deseen libremente, no, sino porque lo impone ERC, y ya este tema lo dejó claro el Sr. Rufián en su última visita (pública) a La Moncloa.

Bien, con este panorama, qué necesidad tiene un articulista de inventar nada, excepto dictar el tsunami que cada día nos acosa, nos fagocita y nos arrastra.

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