Jueves de Corpus. Día de la Eucaristía que bajo el prisma popular de la mejor devoción reluce más que el sol. Aparte de la climatología, el sol de este día, luminoso en la fe, está en ese culto católico que enaltece el milagro eucarístico. Este año, bajo el prisma de la pandemia, nuestras celebraciones en muchos lugares serán distintas, pero la luz de la fe en los corazones creyentes aumentará la alegría y el gozo en esta fiesta sin igual de la Iglesia.

Nacía esta celebración con el papa Urbano IV, allá por el año 1264, pero no hubo procesiones hasta el siglo XIV, con salidas de custodias que en el tiempo serían muestras de gran orfebrería, como quedan los ejemplos de las que desfilan en Toledo, Granada, Sevilla y Cádiz.

El día exalta la adoración al Cuerpo de Cristo como hoy se le domina, pero anteriormente era conocido por el Día del Corpus Domine (Día del Cuerpo del Señor).

Una fiesta que se marca a los 60 días después del Domingo de Resurrección. La fecha como tal dejó de ser festiva en España en 1989, en que pasa litúrgicamente a celebrarse el domingo siguiente al jueves tradicional de antaño, aunque en algunos lugares de nuestra nación se mantenga aquella fecha.

Huelva siempre exaltó el Día de Corpus Christi con solemnidad. Las calles se llenaban de juncias alfombrando el suelo por donde debía pasar el Santísimo. La carrera era cubierta por tropas del Ejército que rendía y daba honor al paso de la Custodia. Bello trabajo de orfebrería que fue destruido en la barbarie de la guerra civil, en la parroquia de San Pedro.

Pasados los años un sacerdote ejemplar, arcipreste de Huelva, se puso a la tarea de hacer una nueva custodia, la existente hoy día, que un grupo de mujeres de Acción Católica se encargó de buscar los fondos para poder realizarla. La idea de aquel párroco, don Julio Guzmán, encontró el apoyo de los onubenses para honrar al Santísimo de forma tan bella y sentida.

Los tiempos cambian y ahora en busca de una "nueva normalidad" que ni es nueva ni normal, las circunstancias se van acoplando a las necesidades actuales.

Aparte de fiesta religiosa, los de más edad recordarán todo lo que se unía a las fiestas del Corpus como eran las calles engalanadas, los balcones colgando banderas y mantones, el comercio hacía concurso de escaparates y no faltaban las clásicas y castizas por españolas corridas de toros. Sin duda, eran otros tiempos.

Ahora la vida en esta etapa social y política que vivimos corre por distintos cauces, pero este día de luz espiritual seguirá vivo en muchos corazones que adorarán el paso de la Custodia presencia de Dios vivo.

En el silencio de nuestra alma volverán a sonar aquellos himnos eucarísticos que ponían en sus letras la gran verdad de "Dios está aquí".

El domingo es Corpus. Y Huelva sabrá hacer honor a esta celebración religiosa tan nuestra.

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