Hay momentos, cada vez más reiterados, en los que resulta molesto, por lo que supone de falta de respeto a los votantes comprobar el lamentable espectáculo de las comparecencias y sesiones de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.

Podemos comenzar por las faltas de respeto entre las llamadas "señorías", consecuencia de la incapacidad argumental, la orfandad cultural de muchos de ellos, lo que les impide el manejo de la metáfora o la ironía entre los recursos brillantes e incluso el anecdotario de la vida parlamentaria. Esto, viene a cuento del debate sobre el asunto del espionaje donde el señor Presidente, como habitualmente, no ha convencido a nadie - incluidos sus propios socios - y ha vuelto a hacer oposición a la Oposición y reiterando sus "lugares comunes": corrupción, crispación, insultos, "incumplimiento" constitucional, …moviéndose continuamente en un territorio que es capaz de ir desde la mentira a la demagogia, pasando por la manipulación y la propaganda, sin aparcar una "amnesia", ciertamente, preocupante.

Acusar a otros de corruptos, cuando su Partido tiene más de 250 casos en tramitación judicial o la ratificación del Supremo de la sentencia en la que se afirma que el "agujero que deja el enchufismo es mayor que el fraude de los ERE". De esto último, para qué hablar, cuando pasen las elecciones ya habrá dictamen final. Acusar de anticonstitucionalistas e incumplidores a otros cuando hay pronunciamientos del propio TC sobre los primeros estados de alarma, no tienen calificativos. Plantear la guerra en Ucrania como excusa del deterioro económico, exclusivamente, no es decir la verdad; como tampoco lo es pedir explicaciones a todos los demás mientras se ampara en una Ley de Secretos Oficiales que data del año 68 es, por tanto, franquista lo que le ha permitido no rendir cuentas entre otras cosas del uso del Falcon y las vacaciones con sus invitados en Lanzarote o Doñana… Cierto es que, con las modificaciones en el CNI, va a plantear nueva Ley de Secretos Oficiales.

Para qué seguir, si todavía él y sus socios respiran por la herida del Rey Emérito y su visita. Los insultos, descalificaciones, ofensas personales… han estado a la orden del día, curiosamente, lo hacen - y no justifico en ningún caso las acciones de D. Juan Carlos - quienes pertenecen o apoyan a unos "indultados", sin arrepentimiento alguno e intenciones de repetir, además de "masacrados", por los "piolines" (término utilizado por él y no corregido) el que, nunca insulta, aunque exige perdón a los demás. Sin embargo, cuando le dicen: "…su Partido tiene machadas las manos de cal…" a ese lo hace Vicepresidente del Gobierno.

Conclusión de la comparecencia: "la Oposición, cuando alcanza el Poder es corrupta y cuando no lo hace crispa".

¡Ah! Señor Héctor Gómez, para hacer méritos como Portavoz, no hay que rozar la histeria dialéctica ni, por supuesto, modificar la historia. Y usted lo conoce, su Presidente no sabía nada de Pegasus.

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