El lado bueno

'Coaching' homeopático

Cien gramos de sentido común mezclados con mil gramos de evidencia científica; no necesitas nada más.

Hablando con un amigo psicólogo sobre una formación de "liderazgo de grupos" le conté que vi un vídeo de oratoria en el que remarcaban la importancia de tener siempre presente estas tres frases que cito a continuación: "Siempre estamos en campaña", "todo comunica" y "el que persevera alcanza". No tuve que decir nada más: la máquina empezó a trabajar y tuve la suerte de escuchar en primera persona una buena explicación sobre cómo el coaching y la marea de positivismo, que actualmente nos asola y nos quieren vender, están haciendo estragos en más de una cabecita.

Las charlas motivacionales son como los chicles sin azúcar del Mercadona: una explosión de sabor afrutado que a los treinta segundos nos ha abandonado. Pues esto pasa con las charlas: te vienes arriba en la hora que dura, dos si no has tenido mucha suerte o te ha engañado alguien, y cuando llegas a casa sigues siendo el rey de la procrastinación, sigues con la misma plantilla de currículo que hiciste en el 92 y sigues sentado en la silla de siempre, sin hacer ningún cambio, por si acaso pasara algo que rompiera con tu agradable monotonía.

No creo que ninguna charla tenga el poder de cambiar tu vida; tampoco una frase motivacional, ni Herbalife y mucho menos las flores de Bach, el cual afirmaba que "el rocío que se encuentra en los pétalos de las flores conserva las propiedades curativas imaginadas de esa planta", y se quedó tan pancho. Ahora bien, si te las tomas y notas que estás mejor y floreces como una rosa en primavera pues olé tú, las flores y el que te lo ha vendido en la herboristería. La mente puede llegar a ser tu mejor amigo y también tu peor enemigo, por eso debes evitar que no te vendan milongas: cien gramos de sentido común mezclados con mil gramos de evidencia científica, y no necesitas nada más.

Lo importante es no confundir las churras con las merinas: si tienes problemas, ve a un psicólogo o psiquiatra y nunca lo sustituyas por un coach o una persona que toma flores de Bach por las mañanas. Si no estás seguro de que hayas ido al lugar indicado, atento que te doy algunas pistas. Si en la pared de la consulta tiene la frase "nada es imposible", huye despavorido. Si te asegura que "el que la sigue la consigue", dile que tienes que ir al baño y sal por la ventana. Si le cuentas un problema y te suelta: "Si la vida te da limones, haz limonada", procura no haber pagado la sesión con antelación porque te la están dando con queso. "Si tú cambias, todo cambia", ¡corre lo más rápido que puedas! Y ya como guinda del pastel: "Quiérete tal como eres", seas gordo, flaco, un asesino en serie, un cornudo o un fan de Maluma.

La mente es un órgano más del cuerpo: es tan fina la línea que separa la cordura de la locura que no hay que tomárselo a broma. Cualquiera podemos caer, si es que no hemos caído ya. "Sumar todo puede pero ayudar no a veces", decía Yoda.

Así que "nunca permitas que una estúpida frase motivacional alegre tu día de mierda". ¡Feliz jueves!

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