Como un auténtico regalo de Reyes, la Editorial Niebla acaba de ofrecernos un nuevo libro sobre un tema de gran interés, apasionante, en lo que respecta a la vida de un personaje al que conocimos y cuya familia siempre estuvo en ese grupo de amigos onubenses que nos tratamos durante muchos años.

El tándem Jesús Copeiro y Enrique Nielsen nos vuelve a sorprender con una obra que merece nuestra admiración y elogio.

Conozco desde hace tiempo a Jesús y siempre me ha admirado en él su carácter investigador paciente, su buen estilo literario y sobre todo una fidelidad a los documentos en los que basa sus escritos. Si a esto unimos su unión a Nielsen con innovadoras ideas sobre cuestiones difíciles de aclarar en el tiempo, no hay que dudar que la combinación entre ambos es perfecta.

La producción literaria de Copeiro está llena de aciertos, sobre todo por la elección de los temas que elige para sorprender y crear un estado de curiosidad manifiesta en el lector.

Hay temas muy generales de los que es difícil entrañar su realidad cuando se mira con el prisma de lo local. Sus escritos sobre Huelva en la Primera y en la Segunda Guerra Mundial son apasionantes y de un valor que prestigia al investigador histórico.

Ahora, al nacer el año Copeiro y Nielsen como un milagro lleno de sorpresa nos invitan a entrar en el conocimiento de un personaje onubense, ligado a hechos de la propia historia de la ciudad. La obra se titula Clauss y nos refleja una biografía tan interesante que nos embarga su lectura de principio a fin con una línea ambiental excelente. Adolfo Clauss, el personaje analizado perteneciente a una conocida familia onubense, es sin duda un portento de corazón aventurero, misterioso y lleno de interrogantes, muchas de las cuales aclara el libro sobre su vida.

La labor de los autores de la obra nos demuestra el inmenso y difícil trabajo de investigación buceando en el pasado, donde continúan muchos silencios, en una labor detectivesca que cautiva y asombra.

Quienes fuimos amigos de este personaje y especialmente de sus sobrinos y descendientes, rememorar estas páginas ha sido un placer e invitamos a todos a leer esta obra.

A Jesús y a Enrique, de nuevo, mi más amistosa felicitación por su trabajo, siempre ameno, interesante y esperado. Seguiremos hablando del tema.

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