Crítica de Cine fila siete

Vicente

Cine checo en Latitudes

Mientras siguen con éxito las exposiciones fotográficas de Latitudes, Festival Internacional de Fotografía 2016, hoy se inicia el segundo ciclo cinematográfico programado en la muestra. Hoy martes a las siete de la tarde se proyectará en el Salón de Actos del Museo Provincial la primera película programada dentro de este ciclo dedicado al cine checo, de la antigua Checoslovaquia hoy República Checa o Chequia. Precisamente el Cine Club Huelva en los años sesenta y setenta estrenaba muchas de estas películas de probada calidad y prestigio, que solo podían proyectarse en versión original con subtítulos. Incluidas en sus programaciones semanales, permitía a los onubenses la visión de unos títulos inéditos en salas comerciales.

La primera de las proyecciones, prevista en principio en último lugar, perteneciente a la nueva época de la cinematografía checa, es Kolya (1996), dirigida por Jan Sverák. Es el drama vivido por Franka Louka, un concertista de violoncelo y profesor de renombre en la Checoslovaquia ocupada por los soviéticos. Despedido de la orquesta a la que pertenece se ve obligado para sobrevivir a tocar en los funerales. Se casa con una joven rusa y ello le permite emigrar a Alemania Occidental. El film ganó, entre otros premios, el Oscar y el Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa.

Mañana miércoles, día 6, como todo los días a las siete de la tarde, se proyectará La tienda en la calle Mayor (1966), de Ján Kadar y Elmar Klos, Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa y Premio de la Oficina Católica del Cinema de Nueva York, es un film polémico que ofrece un lúcido estudio de sentimientos traumatizados por una situación inconcebible, igualmente sincero y cruel.

El jueves, día 7, se proyectará Las margaritas (1966), de Vera Chytilová, considerada la obra maestra de la cinematografía checa. Un film insólito, amargo, aparentemente extravagante, exponente de la imperiosa necesidad de prestigio que experimenta el ser humano ante la imposibilidad de ser feliz. Un exceso de subjetivismo que le aleja de la realidad, según la propia directora.

El ciclo continuara la semana siguiente. El martes, día 12, en el mismo lugar y hora, se presenta Los amores de una rubia (1965), de Milos Forman, quien penetra en el ámbito provinciano, lleno de personajes lineales en apariencia pero de rica humanidad en las costumbres y la intimidad. Una visión neo-romántica de la vida checa con cierta crítica expresada a través de un personaje sin experiencia en la sociedad en la que participa.

El miércoles, día 13, se proyectará Trenes rigurosamente vigilados (1966), de Jiri Menzel, basada en la novela homónima de Bohumil Hrabal, Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa de ese año. Ambientada durante la ocupación nazi de Checoslovaquia, Jiri Menzel, muy inteligentemente y en clave humorística, expone las simbiosis sensuales de un joven encargado de proteger ciertos trenes estratégicos indispensables para las fuerzas del Führer.

Finalmente el jueves 14, cierra el ciclo Algo parecido a la felicidad (2005), de Bohdan Sláma, coproducción checo-alemana de los nuevos tiempos de esta cinematografía. Concha de Oro en el Festival de San Sebastián a la mejor película y mejor actriz, Anna Geislerová, tiene, entre otras, la virtud de recuperar el pujante cine checo de los años 60, el llamado "cine de la Primavera de Praga", el que Latitudes nos trae en este impagable ciclo que permite a los espectadores onubenses de hoy una valiosa revisión de tan prestigiosa cinematografía.

Quiroga

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios