Vaya por delante el agradecimiento familiar ante el fallecimiento, no por esperado menos doloroso, de mi hermano Jesús -el Chico o el Gambi para sus amigos de la infancia- y que nos ha servido para comprobar el afecto que muchísima gente le tenía y la dimensión real de su condición onubense y su aportación al dimensionamiento de ese nombre que tanto amamos y que llega a poder dolernos tanto como capaces somos de quererla. Yo, con la anuencia de quienes permiten mi presencia en este espacio, no puedo sustraerme a su recuerdo. Chico y yo compartimos muchos años el dormitorio de nuestra casa, en la que, según Modesto, en las noches de verano pasábamos calor al taparnos para defendernos de Marcelino el gato que se volvió loco y nos atacaba. Miles de anécdotas vividas en una casa que de noche se convertía en un pequeño parlamento de cinco hermanos varones y respectivos amigos. Cuántos debates e iniciativas salieron de esas reuniones nocturnas impregnadas de onubensismo. Y en todas estaba el Chico, el más pequeño, pero solo en edad, nunca en saber y conocimientos. Los hermanos crecimos, cada cual, en un ambiente de libertad y pensamiento, lo que propició diferenciaciones de posicionamiento ideológico que en mi caso con Jesús eran muy distintas y, sin embargo, acabamos siendo adelantados en los consensos. Pero él, fue mucho más que nuestras vivencias familiares que, no obstante, le marcaron de por vida. Es, por ello, que él se preguntaba, en un libro cumbre, agotado e inexplicablemente -bueno yo sí me lo explico- no reeditado: Huelva, ¿qué es? Pregunta, cuya respuesta yo he utilizado como homenaje personal y fraterno "cuando él ya estaba en ese mundo que no es mundo de su terrible enfermedad" y que nos decía: ¿Es un mundo aparte o han querido dejarla a un lado? ¿Camina o no quieren que ande? ¿posee futuro o ya ni siquiera esperanza?

Huelva es una gran desconocida y es también el resultado de numerosos contrastes que en ella pueden conocerse y observarse. Huelva es la dura mina, la verde Sierra, la dorada Campiña y la esplendorosa luz de la Costa. Huelva es la gente que trabaja, la padece, la disfruta y día a día la vive. Huelva es, ha sido y esperamos no siga siendo un territorio libre y abierto en el que solo se ha pensado, históricamente, como fácil fuente generadora de riquezas. Huelva, es una tierra colonizada, objeto de explotación incluso por los mismos que en ella hemos nacido. Huelva es, también, el futuro; un futuro pleno de posibilidad enraizado en la negativa experiencia acumulada, … Huelva es diversidad territorial, sus gentes y el tiempo que como al buen vino de esta tierra le ha ido dando el olor, sabor y cuerpo.

Esto lo escribió en 1992, no ha visto desde hace años cómo estamos pero lo que sí sé, es que era una parte importante de ese proyecto que en él era una ensoñación histórica. Un abrazo de todos los que te querían, Chico, por ser un "tío auténtico", que me decía alguien el otro día.

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