Business is business

¿Qué es eso de contratos secretos y blindados? ¿Qué contienen para que no puedan ser leídos?

Ya cuando se decía chirriaba un poco eso de "vamos a salir mejores de esta pandemia". Y es que la humanidad tiene sobrada experiencia en sacar lo peor de sí misma incluso en la peores circunstancias. Hace tiempo que cesaron los aplausos y dejó de sonar el resistiré. Los políticos y su curiosa forma de entender la política nos han ido desgastando las ganas de cantar y de aplaudir. Y por si fuera poco luego llegaron los negacionistas a liarla con sus fiestas y sus chorradas.

Pero faltaba la guinda: las farmacéuticas. Como dicen: business is bussiness, el negocio es el negocio, y esto de las vacunas -se veía venir- era un negocio redondo, una oportunidad dorada, por dentro y por fuera. No me gusta generalizar, ni demonizar a empresas que, no lo dudo, tendrán excelentes profesionales y excelentes gestores. Pero muy bien paradas, a nivel de imagen pública, no van a escapar.

En primer lugar: ¿qué es eso de contratos secretos y blindados? ¿Por qué firman Europa y sus gobiernos contratos que no puede enseñar a sus ciudadanos? ¿Qué contienen esos contratos para que no puedan ser leídos y revisados a la luz del día? Seré un ingenuo, pero preferiría que el gobierno que vela por mis intereses y la farmacéutica que me va inyectar una vacuna nos conspirasen a mis espaldas, no tuvieran nada que esconderme.

Y luego: ¿subastas? ¿con unas vacunas? ¿en plena pandemia? Insisto: seré un ingenuo, pero no veo que sean formas. Salir a los mercados con un producto sanitario, con investigaciones que en gran medida se financian con dinero público, y hacer pujas, alguien da más y adjudicado al caballero del fondo. Si no son capaces de comportarse de otra manera creo que las cuestiones sanitarias no deberían estar en manos del capital.

Y por último: va asomando un problema de distribución de las vacunas que, más o menos, se veía venir. Y no me refiero a las tonteras de los políticos saltándose la cola para vacunarse, eso es quizás una escenificación de lo que va a pasar a nivel mundial. Me refiero a la injusta distribución de los recursos del planeta y a su traducción en el reparto de las vacunas. Ya parece claro que los países ricos irán a lo suyo, e ignorarán descaradamente sus compromisos con el COVAX, que pretendía hacer compras masivas para los países con menos recursos. Lo cual, desde una perspectiva sanitaria, es absurdo (aparte de rastrero) porque sólo una estrategia mundial puede sostener al covid. Aún estamos a tiempo. Pero así no.

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