Enhebrando

Manuel González Mairena

Brunch

He estado en un brunch, al fin. Tanto verlo en series y películas que uno quiere equivocar su rumbo habitual y asistir a lo que era realidad sólo a un lado de la pantalla. Y ya me perdonarán que no use una palabra española para definirlo, pero es que no la encuentro, pues es un anglicismo resultante de la suma de breakfast, desayuno, y lunch, almuerzo; y desmuerzo es un vocablo poco afortunado. En sí es eso, una comida que mezcla partes de desayuno y partes de almuerzo, y que se hace entre horas. En mi caso fue el sábado, a las 10:30. Llegué con puntualidad inglesa a Finca Alfoliz. Allí estaba una mesa preparada para dos comensales, en un salón con chimenea que calentaba el ambiente hogareñamente y otras tres reservas más. La propuesta de brunch se realizaba en dos pases, con una pausa para dar un paseo por las instalaciones, estirar las piernas y disfrutar del sonido del campo. Esto último un urbanita lo agradece. En una primera tanda nos sirvieron café, zumo de naranja, tostadas, y un acompañamiento con embutidos ibéricos, aguacate, queso brie y frutos secos. Algo bastante parecido a un desayuno, lo cual agradecí porque mi estómago vacío era lo que reclamaba. De vuelta, la bebida pasó a ser un cóctel con mezcla de vermut, espumoso y frutos rojos, y los platos fueron un lomo de cerdo en finas lonchas sobre una exquisita salsa con guarnición de patatas, un huevo de corral hecho a baja temperatura con un toque de cebollino, un cuenco con uvas, piña, plátano y naranja con un toque de helado de vainilla y, para rematar, un suntuoso, dulce sin exceso, crujiente en ciertos bocados, brownie de chocolate. Más de dos horas de charla, de pie quitado del acelerador, de buen trato y de paladar activo. Casi al final se pasó por las mesas Xanty Elías, quien nos comentó que ya tiene nueva hornada de proyectos para este 2023, y que ahora se iban un par de semanas de descanso él y su equipo. Siempre he considerado que existen lugares donde es más difícil llegar al éxito. Huelva es uno de ellos. Por infraestructuras, por apoyos, por población, por… Han conseguido una ínsula y eso merece descanso y reconocimiento.

El sábado que viene también tengo planes, también entre el desayuno y el almuerzo, aunque a las 12:00, y también es un tributo al trabajo, la constancia, y el éxito. Iremos al Nuevo Colombino a ver al Sporting de Huelva, que no se cansa de sumar temporadas en la élite del fútbol femenino nacional, contra el líder, el FC Barcelona. Y lo dicho, hay lugares donde parece más difícil llegar al éxito, y qué menos que degustarlo, acompañarlo y festejarlo.

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