Ojo de pez

Pablo Bujalance

pbujalance@malagahoy.es

Bien educados

Los tecnócratas han olvidado que la primera función de la escuela es hacer descubrir el mundo a sus beneficiarios

Un profesor de un instituto público entra en una clase de primero de Bachillerato. Entabla un debate con sus alumnos sobre diversas cuestiones de actualidad y los chavales muestran su indignación ante lo que consideran injusticias inaceptables (casos de corrupción, informes sobre hambruna infantil en Andalucía, sentencias polémicas) a la vez que empiezan a arreglar el mundo por su cuenta, convencidos de tener las soluciones para todos los males. En esto, el profesor replica para ponerlos a prueba: "También podríamos hacer lo que decían los Beatles: déjalo estar, ya habrá una respuesta". Silencio sepulcral. El profesor comprende y pregunta: "Sabéis quiénes son los Beatles, ¿verdad?" El mismo silencio. Un chico levanta la mano: "Era un grupo de música muy antiguo, ¿no? Creo que mi padre tiene un disco". El profesor me lo cuenta y no doy crédito. Le pido a mi hija, que estudia tercero de Primaria y que adora a los Beatles, que pregunte a sus compañeros del colegio si a alguno le suena este nombre. Lo hace con un resultado rotundo: ni uno solo ha oído hablar de ellos en casa. El maestro de música les ha enseñado lo que es una corchea, pero nada de los Beatles. Y no hay, parece, otra forma de saber lo que hicieron. ¿Pero qué mierda de mundo es éste en el que se puede vivir sin conocer a los Beatles?

Por supuesto, todos los niños y adolescentes de hoy se saben el Despacito de las narices. Pero esto es lo de menos. Lo terrible es que en esta nueva Edad Media, donde la sola mención del conocimiento despierta pánico cuando no hastío, todavía andan los tecnócratas preguntándose qué hay que enseñar a nuestros hijos en la escuela. Y parece evidente, con pacto educativo o sin él, con Lomce o sin ella, que hay inculcar los conocimientos idóneos para competir en este campo de lobos, para converger con Europa, para mejorar la posición en el informe PISA y para elevar la categoría de nuestras universidades. Pero resulta que a todos se les ha olvidado que la primera función de la escuela es hacer descubrir el mundo a sus beneficiarios. Ya hay toda una generación de padres que se encogen de hombros si se enteran de que le han dado el Nobel a Bob Dylan. Así que podemos imaginar lo que cabe esperar de la inquietud de sus herederos.

Un sistema educativo que se sitúa fuera del mundo no sirve para nada. Las aulas necesitan menos asignaturas fundamentales impartidas en inglés y más Beatles, cuya música, como decía Kurt Vonnegut, hace preferir la vida. Menos corrección política y más A hard day's night. Estar bien educado se parece ya demasiado a parecer estúpido.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios