'Basuraleza'

Nadie, desde el sofá de su casa, hace una parábola con la colilla y la lanza tras el mueble de la tele

No creo que nadie, desde el sofá de su casa, haga una parábola con la colilla y la lance tras el mueble de la tele. Ni tire los restos de comida tras la cortina. Supongo que la mayoría de la gente ni siquiera tiene esos comportamientos en las escalera de su bloque. Pero al salir de casa… ya la cosa cambia: rara es la colilla que termina en una papelera, muchos son los papeles, latas y demás restos que terminan en el suelo, no hay más que ver las calles de nuestras ciudades. Y aún peor: en cualquier de los entornos naturales que tenemos alrededor hay basura por todas partes, basura abandonada por los ciudadanos que fueron a pasar el día, restos del almuerzo, sombrillas rotas, bolsas… pero también basura que el ciudadano llevó allí ex profeso, escombros de una obra, electrodomésticos, colchones viejos.

Creo que a muchas personas se nos abre la boca alucinados ante esos paisajes que tenemos en nuestra provincia, ya sea sierra o costa, Andévalo o campiña… Y con la boca abierta de admiración también se nos cae una lágrima cuando bajamos la mirada y vemos una lata abandonada, un frigo oxidado, una bolsa de basura. ¿Qué se les pasa por la cabeza a esos ciudadanos que cargan en el coche escombros o basura y buscan un rincón natural para descargarlos? ¿O que abandona, después de un día de campo o playa, toda la basura que traían en ese entorno? ¿Por qué incluso los ciudadanos más concienciados lanzan las colillas al suelo de su ciudad?

Empezaba diciendo que esos comportamientos no se hacen en casa. Sí en la calle, o en el campo. Por eso entiendo que tiene algo que ver con la conciencia de lo privado y lo público. O de lo propio y lo ajeno. Es decir: no sienten que lo público también es propio, que el campo que los acoge el fin de semana es tan suyo como el salón de su casa. Y que por alguna razón ensuciar la playa que volverá a pisar al día siguiente no les atañe.

La basuraleza, como se le viene llamando, es un fracaso de nuestra sociedad. Y ahora hablo en plural. Esos campos y playas llenos de residuos demuestran hasta qué punto no nos importa lo público. Pensamos que tenemos derecho a ensuciar, a maltratar a la vegetación y a las especies animales que lo habitan, incluso aunque haya un contenedor a pocos metros optamos por dejar nuestra basura abandonada por comodidad y/o desprecio. Es un comportamiento absurdo, cargado de soberbia, irrespetuoso. ¿Es posible cambiar esa conciencia de lo público?

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