Hace poco más de un año que la Federación Onubense de Empresarios (FOE) daba un golpe sobre la mesa para exigir (por enésima vez) a las administraciones (central y autonómica) que sacaran del cajón los proyectos de las grandes infraestructuras sin las que Huelva está condenada a morir en el olvido, a sufrir el aislamiento y a perder toda la potencialidad que posee en sus principales sectores productivos, lo que inevitablemente le llevará a perder competitividad.

La provincia mantiene prácticamente las mismas grandes obras que hace décadas, mientras otras se apuntan al carro del progreso y la modernidad, y eso nos lleva a un letargo del que no podremos recuperarnos hasta veinte años después de ponerle solución.

Ya ha pasado demasiado tiempo. De nada sirve un destino ejemplar como el que tenemos, si no se puede llegar a él porque no hay comunicaciones capaces de hacernos competir en el tiempo con otros destinos. De nada sirve contar con una situación estratégica, si no hay infraestructuras que aprovechen esa ventaja.

Huelva debe salir a la calle el próximo 15-M para reclamar lo que es suyo y lo debe hacer desde la unión, porque es la única forma de convencer, de coger fuerza y, lo más importante, de que se le respete.

La casualidad (o no) ha querido que hoy sea 3 de marzo, día en que se conmemora el 3-M de 1988, una jornada que cambió la imagen de Huelva y de su ciudadanía. Fueron miles los ciudadanos que entonces se unieron para reivindicar una Universidad para Huelva y la de hoy ha pasado a ser no solo la fecha de la Universidad, sino una seña de identidad de los onubenses.

El 15-M estamos llamados a poner los cimientos para tener una provincia con futuro, de primer nivel, competitiva y atractiva. Aboguemos por la unidad y no confundamos partidos con instituciones, porque en su día, el Pleno encargó a la Diputación y al Ayuntamiento liderar los actos necesarios para organizar esa gran movilización por las infraestructuras. Entonces, nadie habló de siglas. ¿Por qué esta semana se les ha querido dar protagonismo?

No tiene sentido convertir en "arma arrojadiza" lo que puede ser el inicio de un cambio en positivo. Sin unidad, difícilmente seremos capaces de liderar una reivindicación histórica y justa, porque su eficacia depende de que sólo haya una voz coordinada, sin un solo atisbo de discrepancias.

Ganemos tiempo y trabajemos por la Huelva que su ciudadanía merece, no vaya a ser que perdamos el tren. Que la etiqueta de la apatía no sea la excusa para que Huelva no se eche a la calle el próximo 15-M.

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