Sobre las comunicaciones o infraestructuras, como últimamente se dice, Huelva tiene desde antaño, grandes cuentas pendientes, lo cual nos ha dado, a mí personalmente desde los trece años que llevo publicando esta columna, para tratar el tema hasta el aburrimiento. Afortunadamente, no nos aburrimos sino que seguimos en ese empeño, mientras que los gestores de las administraciones nacional y autonómica siguen en su mayor parte imperturbables. Me refiero especialmente a las carreteras porque el tema ferroviario, que sigue las mismas pautas, da para otra infatigable polémica que por el momento tampoco tiene solución inmediata aunque fundamentalmente se trate, y no es baladí, de una modernización de las vías y un trazado más conveniente.

A pesar del retraso con respecto a las temperaturas, llegó el verano y ha surgido inevitablemente el amenazador fantasma, tremenda realidad cada fin de semana, de los atascos. Ya retoñaron en el primero en el que el calor llevó masivamente a la gente a nuestras playas. Por cierto, algunas sin estar totalmente a punto para su disfrute veraniego tras los estragos causados por los temporales del pasado invierno. La cuestión de los atascos y las continuas retenciones es una rémora que viene repitiéndose de forma recurrente un verano tras otro con las consiguientes consecuencias para quienes se dirigen a los distintos lugares de la costa onubense, soportando largas e irritantes esperas, y con la desfavorable imagen que provoca de cara al turismo, negativa para los encantos de nuestros atractivos lugares de veraneo.

Resultan reiterativas, aunque inevitables, las preguntas al Gobierno autonómico andaluz, sobre tan trascendental cuestión y la disposición de acciones y soluciones para acceder con fluidez y normalidad a nuestras playas. Recordaba el parlamentario popular onubense, García Longoria, en su requerimiento al Gobierno andaluz, que el año pasado el consejero de Fomento anunció "una inversión de 32 millones de euros para mejorar los accesos e incluyó obras que llevaban prometidas 26 años". Un año después siguen inéditas. En este capítulo adquiere singular importancia la construcción de los accesos desde la A-49 hacia los municipios de la Costa, las alternativas al Puente del Odiel y las conexiones con los principales puntos de interés turístico de nuestro litoral. Las perspectivas no parecen muy halagüeñas cuando hace pocos días se publicaba que el presidente del Gobierno ha aparcado la reforma de la financiación autonómica, lo cual no le impedirá favorecer hasta la servidumbre al Ejecutivo regional que preside el xenófobo Quim Torra. Parece que éste es el precio que van a tener que pagar los españoles y concretamente los andaluces o los onubenses por la Presidencia de Sánchez. El viernes pasado la Junta anunciaba que destina más de 30 millones de euros para mejorar los accesos a las playas. Esperemos que ahora sea de verdad. Entre tanto seguimos atascados.

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