Asistiré, sí, mientras pueda acudiré a las convocatorias que se hagan de manera libre e independiente, como hasta ahora, reivindicando una Sanidad digna para Huelva. Hago esta afirmación por mucho empeño que se ponga en pretender politizar la cuestión pues como comenté en su día la salud no es política, es un derecho; lo que hay son políticas sanitarias. Es ahí donde está el origen de la cuestión. Resulta curioso que quienes reclaman contundentemente la deuda histórica -yo también- con Andalucía y la cuantifican en euros puedan conformarse con un pago en solares baldíos dependiendo del color político de quien gobierne en Madrid. Pues bien, pero sin el conformismo conferido por proximidades ideológicas, por cierto legítimas y libres, yo reclamo se solvente la deuda histórica sanitaria con Huelva y no me valen argumentos retóricos de crisis, recortes… porque llevamos treinta años largos de transferencias sanitarias y, por voluntad popular, con el mismo partido gobernante con lo que resulta poco consecuente "matar al mensajero".

Es poco respetuoso con los ciudadanos ese gota a gota informativo que se nos hace de supuestos logros en diversas zonas asistenciales, como si estas deficiencias no fueran históricas, relatarlas sería demasiado prolijo y hace pensar que son pequeñas victorias de las movilizaciones pero no basta. Seguimos siendo los últimos entre los últimos y mientras no nos concienciemos, la ¿sociedad civil? se active -la posición del Recreativo resulta lamentable, a título de ejemplo- exijamos a los dirigentes políticos locales que se mojen aunque el moverse suponga "salirse de la foto" -todos somos y seremos potenciales pacientes- propongamos un plan real y ajustado a nuestras necesidades sanitarias, con memoria económica y presupuestaria, con calendario de ejecución y cumplimiento… Nuestro problema es diferente al de Granada, allí había una cuasi fusión de hecho que se resiente con la reestructuración subsiguiente a la inauguración de un nuevo gran hospital, entre otras cuestiones, con lo que la vuelta atrás resulta algo menos complicada. Aquí tienen pánico a retroceder, no saben cómo hacerlo ni el coste, incluida la relación entre unidades y profesionales muy deteriorada por las asimetrías y agravios producidos, no han cumplido dictámenes judiciales ni escuchado opiniones contrarias aunque imparciales… sería interminable el argumentario.

Por eso asistiré el 23 porque, si nos escuchan, podrán recibir la ayuda que necesita quien estando perdido solo pone parches o huye hacia adelante.

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