La economía de Almería gira en buena parte en torno a su agricultura de invernadero, que llena de productos de primor los mercados europeos. Pero otra columna de su desarrollo se encuentra en la comarca del mármol, principalmente en las localidades de Macael y Olula del Río. La prosperidad que genera este "oro blanco" tiene su más sobresaliente expresión empresarial en Cosentino, un grupo familiar, que a los cuarenta años de su creación ha alcanzado los 4.000 empleados, está presente en los cinco continentes y contrata a Rafa Nadal y Cindy Crawford para sus campañas de publicidad.

En Olula del Río los amantes de la cultura pueden encontrar también un grato destino: la Casa Museo Ibáñez, que contiene una parte importante de la obra de Andrés García Ibáñez, un valor sólido del arte español actual. Desde el sencillo y hermoso patio mediterráneo en el que naranjos y olivos dan la bienvenida al visitante, se accede a las salas de un recinto acogedor en el que la obra del artista sorprende, provoca y cautiva. Alterna con la colección adquirida por él, en la que se pueden admirar goyas, sorollas, picassos…, y excelentes fotografías. Ibáñez, incansable, así mismo organiza talleres de pintura figurativa con Antonio López, el veterano maestro del hiperrealismo, y vierte sus opiniones en una sección semanal del Diario de Almería. (Por cierto, en la página oficial del Ayuntamiento de Olula no aparece el Museo).

Quien sí advirtió el extraordinario valor del joven arquitecto, pintor y escultor fue Cosentino. Ignoro los detalles, pero hoy la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino es una realidad que gestiona también el Centro Pérez Siquier, anexo al museo, creado el año pasado para albergar la obra del fotógrafo almeriense, y el Museo Ibáñez de Melilla. Un ejemplo de los fecundos frutos que surgen de la colaboración entre un gran artista y un empresario lúcido.

En Huelva se ha desarrollado en las últimas décadas una agricultura moderna, tecnológicamente avanzada y competitiva, en claro paralelismo con la almeriense. Puede ser el momento de que la similitud se extienda al campo de la cultura. El apoyo a proyectos emergentes, como el de la Fundación Olontia, que enriquecerá a Gibraleón con la colección de Pablo Sycet, y el del establecimiento definitivo en Huelva de las pinturas de Vázquez Díaz propiedad de Rafael Botí, merecen la atención de nuestro sector empresarial.

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