Este Surcos nuevos cierra la crónica iniciada en los dos anteriores de un viaje que se inició en Huelva, donde se encuentran las raíces del propiciado por los Reyes de España a finales del siglo XV y que, más allá de encontrar nuevas rutas para el comercio con Oriente, determinó el rumbo de la historia del medio milenio siguiente. En la historia de mi familia, el destino del viaje, Argentina, es también la nación del continente descubierto por Colón que mis abuelos maternos eligieron con la pretensión de mejorar su propia historia familiar, a cuya decisión se debió que mi madre naciera en un rincón de la provincia de Buenos Aires. Tal vez este hecho determine mi atracción por una tierra de llanuras inmensas cuya frontera occidental está constituida por una interminable cordillera cuyas cumbres buscan el cielo más allá de los 6.000 metros de altura.

El Congreso de la Lengua Española en la Córdoba argentina, que motivó este viaje, deja un balance positivo no exento de debates y polémicas que finalmente demuestran la vitalidad del idioma común que une a gentes de procedencias muy diversas. Entre los centenares de actividades programadas, las calles del centro de la ciudad mostraban grandes reproducciones de los maestros del Museo del Prado. Cerca de allí, en el Cabildo, el artista cordobés residente en París Antonio Seguí era protagonista con sus obras, algunas de las cuales pudieron verse en Huelva en 2014 con el resto de las que llegaron, de la mano del Instituto Cervantes de París, al Otoño Cultural Iberoamericano para conmemorar el centenario de su amigo Julio Cortázar.

La última etapa la cumplimos en Mendoza, la cuarta ciudad de la república, reconstruida a raíz del terremoto de 1861. Amplias avenidas dotadas de anchas veredas (aceras), magníficas plazas y extensos parques hacen de ella un lugar pensado para los ciudadanos. En el Cerro de la Gloria, impresionante monumento de piedra y bronce, se alza el que conmemora el Cruce de los Andes por el ejército del Libertador general San Martín para liberar Chile y Perú. También en Mendoza presentamos el proyecto de traducción de Platero y yo a idiomas prehispánicos y el secretario de Cultura Diego Gareca ejerció como perfecto anfitrión, tanto en los asuntos culturales como para mostrar la riqueza vinícola de la provincia. En ambos aspectos la conexión con Huelva puede en el futuro ofrecer espléndidos frutos.

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