Escrutados y analizados todos los actores que influyen en el Recreativo de Huelva lo mejor que puede pasar es que la pelota eche a rodar y que Dios nos coja confesados. Supongo que cada uno sabrá lo suyo, pero lo que está pasando aquí en Huelva en torno al Decano trasciende de lo normal. Es como si todos los espíritus se hubieran puesto de acuerdo para ver cuál de ellos jode más la cuestión.

Volvió a Hablar Zephir y dio la impresión de que tenían suficiente músculo económico como para afrontar la cuestión y las necesidades del Recre. Luego vino el alcalde y lo volvió a dejar todo en solfa. En fin, tribunales al canto, dijo Zephir en su última comparecencia de prensa.

El caso es que serán definitivamente Eurosamop y Krypteia los que ponen la hoja de ruta y el destino. El problema es que sigue siendo dinero prestado y ya sabemos cómo actúan los prestamistas. Desde luego no era lo que queríamos para el Recre. Ni mucho menos.

Hace tiempo que se viene pidiendo una actuación concluyente. Borrar el disco duro. Comprar una nueva camiseta, dejarse de zurcidos. Pues nada. A seguir hipotecando el club. Y lo malo de todo esto es que de esta forma el Recre nunca tendrá nada. Nada será suyo. Mientras que siga esta situación. Y mientras tanto, la afición se aturde. No sabe por dónde tirar. No sabe a quién creer. Y ya sabemos que la duda mata.

Suena Salmerón como entrenador y eso es un punto a favor para despertar ilusiones. Pero no bastará con eso. Hace falta mucho más. Muchísimo más. A ver cómo responde la campaña de abonados. Y a ver cómo queda compuesto el consejo de administración, al que también le han dado lo suyo.

Es el Recre, el viejo Recre. Porque queda claro que nada ha cambiado a pesar de haber pasado un año bajo una experiencia nefasta. Que ruede la pelota. Y que el balón entre desde el principio. Porque de lo contrario esto será Juego de Tronos, con todos sus ingredientes.