Viene hoy a comer el cura?, le preguntaba a mi mujer: "No, hoy no viene, va al hospital a ver un amigo de su pueblo que lo han traído muy grave", decía ella.

Estoy refiriéndome a don Francisco Girón, el cura que, si viviera, hoy celebraría los 55 años de su ordenación sacerdotal.

El aniversario será recordado con un pleno de la Asociación Pro-Canonización y apertura del proceso de su beatificación. Un hombre santo, nacido en Higuera de la Sierra (Huelva).

Para que luego digan tres simpáticos de la radio que "tiene mucho mérito tener una mentalidad ganadora siendo de Huelva".

Estos días ya he recordado nombres de figuras gigantescas nacidas en nuestra tierra.

Hoy escribo de otra figura de la Iglesia en Huelva, el cura Girón: ¿Qué era Paco sino un cura con "mentalidad ganadora" que nos contagiaba a todos ?

¡Y vio Dios que era bueno! Un líder religioso: un visionario que tenía metas fijas y soñaba grandes sueños (barriada del Higueral). No dejaba que las cosas pasaran porque sí, hacía que las mismas ocurrieran.

Un líder natural: no ponía excusa a nada. Siempre estaba dispuesto a todo. Al servicio de los demás. Nunca lo vi quejarse. No desperdiciaba su tiempo. Era un torero de Dios.

Un líder social: desprendía confianza, seguridad, siempre con una sonrisa y una buena palabra. Tenía una mentalidad positiva y contagiaba el optimismo, incluso en la adversidad, a la gente que tenía a su alrededor.

El santo cura Girón, nacido en la sierra, era hombre de campo. En su vocabulario nunca faltaban palabras que hablaban de arroyos, viento, agua, lluvia, pájaros, ribera, encinas, flores, hierba...

"Verdee la tierra de hierba verde... / Bullan las aguas con un bullir de vivientes y vuelen pájaros sobre la tierra / frente a la bóveda del cielo...

¡Y vio Dios que era bueno! (Génesis).

"Buenos días"