Análisis

NArciso rojas

La reserva espiritual de occidente

Es de lógica -y de persona observadora- ser pesimista con la sociedad actual. La mediocridad empapa todos y cada uno de los rincones de nuestra vida. Música, información, cocina, mercado, juguetes… todo. Y el deporte no iba a ser ajeno a ello. Nada escapa a los tentáculos de lo fácil, lo rápido, lo molido y cocinado; lo que no necesitamos digerir; "lo que da dinero", según dicen los que manejan el cotarro. Y así, si eres forofo de algún club o deporte, raro es el día que no intentan hacerte tragar mierda de algún tipo. Y lo peor es que cierras la boca, dices que no con la cabeza, miras a tu alrededor y ves cómo muchos la saborean. A algunos les gusta -hay a quien le gusta el reggaetón-, y otros te miran y te dicen "es lo que hay".

En mi caso tengo la desgracia de pasar bastante tiempo nadando entre los escombros del deporte; pero de vez en cuando se atisba en el horizonte un partido de rugby y la vida cobra algo de sentido. Árbitros respetuosos y respetados a todos los niveles; un partido de verdad, porque este deporte no admite amistosos por naturaleza -o juegas o no juegas, solo eso-; velocidad y estética; tácticas complejas que te obligan a pensar como espectador. Un deporte exigente para todo aquel que se acerca a él. Con unas dosis de emoción y sentimentalismo que hay que aprender a digerir y a disfrutar como se aprende a saborear la cerveza: madurando el gusto.

Aparece el rugby en el horizonte para sacarte del lodazal y poner tu vida entre paréntesis, enseñándote cómo debería ser todo, y con cada partido que juegas, o que ves, te vas convirtiendo en mejor persona. Sólo un analfabeto emocional es ajeno a lo que este deporte te enseña si te acercas a él con un mentor. Después, cuando te vas a casa con lo que acabas de ver grabado en la retina, piensas que la sociedad es mala pero se puede cambiar, y entiendes para qué servía el deporte, y decides seguir. Sobre todo si es tu hijo quien acaba de salir de la reserva espiritual de occidente.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios