La nueva temporada que nos alumbra tiene un regusto especial para los recreativistas que encuentran un plan deportivo diseñado con miras a crecer conforme pasen las temporadas. Parece que el proyecto tiene una base firme que de funcionar se puede mantener para buscar objetivos más ambiciosos.

La apuesta además viene de la mano de recreativistas que han demostrado en los últimos años un compromiso por el Decano fuera de toda duda. Juan Antonio Zamora y Jesús Vázquez son pilares importantes de este nuevo esquema deportivo. Personas a las que le duele el Recre. Y profesionales que van a mirar siempre el fútbol negocio con un ojo puesto en la estabilidad del Decano porque ellos la pelearon con uñas y dientes.

Los mejores, recreativistas, tienen que estar dentro del Recre. La memoria, de la que nos hablaba hace pocos días Núñez en el pregón del Trofeo Colombino, tiene que estar muy presente para que no repitamos los errores del pasado y sí nos ayude a ensalzar los méritos. El Decano no puede permitirse el lujo de tener determinados nombres fuera del club.

Y con Alberto (Monteagudo) en el banquillo, pone la guinda Chuli. Un emblema de la mejor historia reciente del Recreativo. El delantero hace un esfuerzo y el Decano también. Y todo lo que pase con él de por medio tendrá otra dimensión. El Recreativo es mucho más. Con o sin éxitos deportivos hay instituciones que saben dónde está el talento y el compromiso de la casa. En el club albiazul hay muchos trofeos a los que saber darles brillo, colocarlos en el escaparate y ponerles la iluminación adecuada para que demos un paso adelante. Nosotros no tenemos nada que inventarnos. Somos lo que somos. No renunciemos a nosotros mismos.