Nadie especuló con ello. Y si alguien lo hizo lo mantuvo en el más absoluto secreto. Y resultó, al final, ser el más serio en lo referente a la propuesta de compra del Recre. "El mundo es redondo y encima da vueltas". Paco Mendoza, el hombre que vivió la época dorada del Recre, está de regreso. Y da la impresión que esta vez con otras perspectivas. De todos es sabido que en la anterior ocasión que estuvo en la presidencia no fue del todo libre para tomar decisiones. La politización del club en aquella época era brutal. Eso no le exime de los errores que se cometieron. Sólo le faltó decir las verdades del barquero. Igual es que no pudo o no le interesó. Sonó en chino que el Recre vendiese deuda cero y de la noche a la mañana entró en Concurso de Acreedores. Aquello ensució su camino.

Ahora, años después, curado de espanto y de pecados vuelve y lo hace, esperemos, para tomar las decisiones que tiene que tomar. La famosa escoba, la limpieza, la camiseta sin zurcidos, la cantera, la Ciudad Deportiva, el Colombino, no dejar que otros factores externos determinen su camino. Es su gran oportunidad para poner a este club donde corresponde.

Suya será la gloria si hace que la nave surque mares, aunque tendrá que empezar por hacerla viable por el río, primero por el río. Era un viejo y ferviente anhelo. Volver y volver. Nada ha sonado con más fuerza en su cabeza que esa intención.

Lo de Eurosamop se demostró que era una mentira. Simples prestamistas que pensaron que nadie se presentaría. Por eso tiene más valor lo de Paco Mendoza. Juanma López y su cuadrilla vinieron a Huelva a prestar dinero para recuperarlo con intereses y a colocar jugadores en el escaparate. La deshumanización. Nunca hubo interés por el arraigo. Nadie nace queriendo. El roce hace el cariño. Se hace camino al andar. Y Eurosamop lo dejó claro desde el principio. Habrá muchos que le agradecerán el préstamo. Otros, sin embargo, entonarán lo de "tanta gloria lleves como paz de dejas". Aunque lo de la paz está por ver. Ese contrato de diez años traerá cola. ¡Ay el puñetero contrato! Tienes trabajo, Paco. Pero Huelva se volverá como un calcetín en cuanto se percate y las cosas van cambiando.

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