La empresa que lidera Francisco Mendoza se hará con la propiedad mayoritaria del Recreativo de Huelva. Una sorpresa que es un bálsamo para muchos corazones albiazules. Un nuevo camino se abre con ciertas esperanzas porque, aun sin olvidar el negocio y la rentabilidad del proyecto, hay por delante un compromiso sentimental por el Decano que está fuera de toda duda.

Un importante grupo de aficionados miran con recelo la llegada de Mendoza a la dirección del club por su gestión de la anterior etapa. Está claro que aquella deuda acumulada era muy superior a cero euros, como se dijo por aquel entonces. Pero también es cierto que se buscaron mecanismos apropiados para salir adelante en el día a día, como fue el concurso de acreedores, con un club que seguía entre los mejores. Aquello fue fruto de una gestión equilibrista, cuya propiedad municipal apretaba más de lo posible para volver a subir a Primera.

El proceso de salida de Mendoza del Recre finalizó con la entrega del Decano a Pablo Comas. Condenado a tres años de cárcel por su gestión en el Recre. Nada más que decir. Después llegó una empresa, con Juanma López al frente, que ha valorado a la entidad recreativista en 10 euros y nunca dio la cara. Poco que añadir.

La balanza está clara. El único que ha apostado económicamente por el Recreativo con justicia, el único que ha presentado un proyecto viable con papeles, el único que ya ha demostrado su recreativismo en otra época, el único que ha tenido el valor de ser la cabeza visible del Decano siendo de Huelva… es Mendoza, y sus más fieles colaboradores.

En toda gestión se comenten errores. Y él los cometió, comulgando con ruedas de molino que acabaron perjudicando al Recre y a él mismo. Pero estoy convencido de su capacidad de aprendizaje, de honradez en la gestión y de su compromiso por este club, al que no va a dejar morir. Con otros, la muerte era segura más pronto que tarde.