No cabe duda de que este Recreativo de nuestros amores, sufrimientos y desgracias es un excelente encajador de golpes en rachas de fuertes temporales que sacuden una zona noble atípica donde se esquivan marcando las distancias el teórico consejo (el semblante forzado sin protagonismo de Manolo Zambrano en las posturitas de las fotos lo dice todo) y aquellos que actúan en la práctica como lo que son, es decir, los auténticos dueños, ahora con el apoyo económico de otro prestamista a la lista (Krypteia). Compás de espera de inseguridad institucional entre licitaciones de venta para atribuirse las responsabilidades.

Y esta dinámica muestra la despreocupación de Eurosamop de aceptar las consecuencias que conlleva la reestructuración de la desahuciada cantera, Juanma López no ha tenido piedad por esta sección que se autodestruye por carencias de aptitudes para ejercer determinados cargos. La obligación de mantener la metodología del fútbol base, que resulta elemental como hecho sostenible de una planificación acorde a una entidad humilde como el Decano, que en la pobreza y mendigando brillaba la familiaridad a través de la sencillez, esfuerzos económicos de padres y confianza en el trato.

Una cantera destrozada, desamparada y olvidada con la huida de jugadores tras incumplirse los deberes de asistencia desde el poder central, y salen corriendo desilusionados y recelosos, igual que parte de los técnicos, Óscar Carazo, director deportivo, cuando sólo falta sustituir el cartel de la Ciudad Deportiva del Decano por otro que ponga "Cerrado por derribo" le entra las prisas para iniciar el trámite de acercarse a sus subordinados ¿qué hay por ahí, ponerme al día? ¿cuántos jugadores quedan? El ambiente de un tanatorio es un fin de fiesta comparado con la atmósfera que se respira en la casa del fútbol recreativista. Una lástima que el lado correcto de su vasta historia no halla ubicación en el Decano.