Muchos no conocerán su nombre pero estoy convencido de que han visto vídeos suyos hasta sin querer. Khaby Lame es esa estrella de las redes sociales que, sin mediar palabra, saca sonrisas a través de la más absoluta simpleza logrando ridiculizar el postureo de aquellos que piensan que lo más difícil y elaborado es siempre lo mejor y que, por tanto, eso atesora mucho más valor. Su gesto exagerado al final de cada toma extendiendo las manos, junto a su cara de incredulidad e indignación que se traducen en "y ya está, no me cuentes más milongas", son un magnífico cuadro, toda una bandera.

Después de la imperdonable catástrofe del pasado curso perpetrada por aquellos que (mal)vestían el escudo del Decano este año se exige ascender. En la forma puede haber discusiones, porque cada uno tiene su teoría y sus razones, pero en el fondo, lo dudo. Si alguien considera que es un vergüenza que el Recre no lleve 21 puntos de 21 posibles y que o vence por 5 goles de diferencia cada partido o esto será un fracaso, se llegue al final donde se llegue, pues perfecto. Yo suelo recordar que si un tal PSG con un tuercebotas como Messi, un inútil como Neymar y un fracasado de nombre Kylian y de apellido Mbappé, trío que, junto a otros no muy torpes compañeros, juegan cada semana en campos que son auténticas alfombras y ni deslumbran siempre ni ganan siempre, a pesar de que su equipo saque diez billones en presupuesto (más o menos) de diferencia al resto de los de su liga, pues hombre, es que igual vencer no es tan fácil aquí o allá ni en la plazoleta del barrio. Pero no digo que yo no esté equivocado.

A mí este Recre me gusta no ya por su mayor o menor dominio, por su fortaleza en casa o por su brega y atrevimiento fuera, sino porque está donde se esperaba. Valoro que suela hacer sencillo lo que no pocos se empeñan en complicar aunque reconozco que temblé cuando vi el origen de Gallego porque pensaba que nos íbamos a hartar -otra vez- de fútbol filosófico. Desde hace mucho soy un Kahby: que se gane, se ascienda y listo. La lírica, para todo lo que rodea al Club, que es mucho y bonito (pronto hablaremos de eso), pero en el césped… Ay, amigo: resultados. Y sanseacabó. Así de simple soy yo.

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